Capítulo 12

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Milk volvió al Santuario para encontrarse una suerte de infierno desatado. Remi estaba encerrado en la Casa Peltier con su hermano Cherif, Carson, los niños y los embarazados, junto con los Howlers y una contingencia de Arcadianos y Katagarias listos para morir por New y los demás.

Mientras bajaba del ático con Love detrás de ella, se encontró con Remi en el pasillo delante de la habitación de New. Sin duda Remi había tomado ese puesto para asegurarse de que nadie se acercara a su hermano y lo amenazara mientras descansaba.

Milk se detuvo frente a él.

—¿Qué está pasando? He oído el llamado de mi hermano.

Con su familiar sonrisa burlona, Remi hizo un gesto con la barbilla hacia las escaleras que conducían a la parte principal de la casa.

—Aou y los demás están en el bar. Nosotros estamos protegiendo el fuerte. Las amazonas han regresado con los lobos Kattalakis Arcadianos que quieren tu trasero en una bandeja. Probablemente deberías quedarte aquí mientras Boun y los otros se encargan de ellos. Personalmente me hubiera gustado conseguir mi parte de carne de lobo. Ya que no puedo tener la de Tay por emparejarse con mi hermano, me conformo con sus primos.

A pesar de que a la mayoría de los cambiaformas y seres humanos no les gustaba Remi por su personalidad mordaz, a Milk sí le gustaba. Ssiempre habían coincidido en su filosofía básica. En caso de duda, mátalos a todos y deja que los dioses lo resuelvan.

Remi miró por encima del hombro de Milk a Love.

—¿Quieres que vigile a tu Dragonsworn mientras tanto?

Milk se volvió un poco y sonrió al ver la expresión perturbada en su hermoso rostro.

—Um... no. —Milk pasó un brazo sobre sus hombros—. Creo que voy a soltarla sobre ellos. Ella es mucho más feroz que yo.

Remi estuvo tan cerca de sonreír como podía. Al menos hasta que su sobrino Jake salió del cuarto de los niños con un bebé soñoliento en brazos.

—Oye, tío Remi, ¿crees que es seguro ir a la cocina a por un poco de leche? No quiero despertar a mi mamá y ya no nos queda. He intentado que Aubie se vuelva a dormir sin leche, pero no me hace caso.

Milk no se perdió el profundo dolor familiar que cruzó los ojos azules de Remi al ver a Jake y a Aubert. Eran los hijos de su hermano gemelo Quinn y su compañera Becca, la osa de la que Remi aún estaba perdidamente enamorado y a la que había querido acoplarse. Pero las Parcas habían sido aún más crueles con él de lo que habían sido con Milk y Love.

Enmascarando su dolor, Remi rozó el cabello oscuro de Aubert para calmar al niño que pedía su leche.

—Yo iré a la cocina. Ustedes quédense aquí donde están a salvo.

—Está bien. Voy a ir a cambiarle. —Jake regresó al cuarto de los niños mientras su hermano pequeño gemía en protesta.

—¡Aubie quiere leche!

Cuando bajaron las escaleras hasta la cocina, hacia la barra, oyeron los gritos de enfado que curiosamente le recordaban a los gritos infantiles de Aubert.

Remi se mordió el labio mientras murmuraba en voz baja lo mucho que quería luchar.

—Patea algunos traseros por mí, Milk —dijo en un tono más fuerte, antes de coger la leche y volver con sus sobrinos.

Cuando Milk se dirigió hacia las puertas de vaivén, Love le tomó del brazo.

—¿Huirías conmigo?

Milk sonrió ante su inesperada oferta.

—¿Ahora me entiendes?

—Lo hago.

˗ˏˋ 26 MilkLoveˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora