˗ˏˋ 26 MilkLoveˎˊ˗

Capítulo 19

—Deberías haberte comido a los lobos, hermanita.

Todos en la sala se volvieron hacia Boss por sus palabras secas, sin emociones y muy crueles.

Él les devolvió la mirada, completamente imperturbable.

—Sólo lo comentaba. Están crujientes cuando se fríen. Carne magra. Baja en cartílago. Nos hubieras salvado a todos de la migraña de tratar con ellos ahora.

Force se atragantó.

—Hablando como uno de los lobos, estoy muy ofendido por eso.

—Bueno —dijo Boss sin una pizca de remordimiento o disculpa en su tono—. He ofendido a lobos y Were-Hunters por igual. Todo lo que necesito hacer ahora es comerme a un bebé adorable y lindo y habré terminado mi cupo de hoy.

Blaise golpeó a Boss en el pecho.

—No se preocupen, él es parte Caronte. Denle un poco de salsa barbacoa y será feliz.

Boss dirigió una mueca tan desagradable a Blaise, que a pesar de ser ciego, Blaise la sintió y se echó hacia atrás, no por miedo, sino por sentido común.

—No es Caronte —dijo Milk secamente—. Esa sería una excusa demasiado fácil para él, y en realidad no es válida. No es más que un bastardo irritable... Igual que Tong.

Tong arqueó una ceja.

—¿Te salvo el trasero y me insultas? ¿En serio?

—Me disculpo, pero odias la falta de sinceridad más que los insultos.

—Sí, lo hago. —Tong miró a los miembros del consejo—. Bueno, ya sabemos dónde se destacan los dragones y donde están los lobos oficialmente... — Miró a Off buscando la confirmación de su postura.

Off cortó con una mirada feroz a su compañero de camada, Dare.

—Oficialmente, los Kattalakis Lykos, tanto Katagaria como Arcadianos, consideran a Milk una hermana. No tenemos ningún problema con ella y votamos que se suprima la marca.

—Lo secundo —acordó Force—. Y espero que te ahogues en ello, Dare. Con eso y mi peludo trasero.

Dare dio un paso adelante, pero su hermana le atrapó y le impidió hacer algo seriamente estúpido. Como atacar a sus hermanos delante del Omegrión y de Tong.

Tong volvió su atención al otro Kattalakis Drakos, que estaba de pie con Dare y Star. Alto y oscuro, el Katagaria Regis se parecía a Tay más que los otros.

Sus ojos de ébano relucieron mientras consideraba su respuesta. Después de unos segundos, se quitó el colgante de plata de dragón de su cuello y lo observó descansar en su palma.

—Crecí con historias sobre el Dragonbane y el vicioso asesinato a sangre fría que cometió contra el primer Arcadiano, comenzando la guerra entre nuestras especies. Mi padre me inculcó que nosotros no éramos como esos animales. Que debíamos esforzarnos por encontrar la humanidad en nosotros, incluso cuando parecía enterrada y perdida. —Miró a Dare y a Star—. Ahora creo que mi padre estaba equivocado. Deberíamos haber abrazado al Drakos más que a lo que llamamos humanidad.

Darion se adelantó para dejar el colgante en la mano de Aou.

—Yo voto por quitar la marca y cedo mi asiento en el consejo al heredero legítimo. Tú fuiste hecho de la sangre del príncipe Eumon, no mi familia. Es justo que seas tú el que haga las reglas de nuestro pueblo.

Aou negó con la cabeza.

No puedo aceptarlo.

Darion levantó las manos y dio un paso atrás.