Capítulo 9

46 5 1
                                    

Love se volvió hacia el destello brillante, esperando encontrar a Milk allí. La repentina sorpresa de ver a sus hijos...

El alivio y el amor se desbordaron en su interior. Las lágrimas llenaron sus ojos. Gritando en agradecimiento, corrió hacia ellos y les acogió en el abrazo más apretado que pudo a pesar de que Hadyn soltó inmediatamente una protesta verbal de que ella le estaba haciendo daño. Estaba tan sacudida que temía que sus piernas no la sostuvieran. Si Hadyn no la hubiera sujetado contra su pecho, estaba segura de que se habría arrugado a sus pies. Ni siquiera su condición desaliñada y el hecho de que necesitaban un baño y ropa limpia les impedía ser lo más hermoso que jamás había visto en su vida.

—Está bien, mamá —murmuró él mientras descansaba la barbilla en la parte superior de su cabeza. Igual que Milk, era mucho más alto que ella—. Estamos bien. Está todo bien.

Ella no iría tan lejos. Su pobre bebé estaba cubierto de sangre y moretones. Su ropa de andar por casa rota y sucia. Y eso la hizo desear la garganta y el corazón de todos los que se habían atrevido a tocarle. ¡Cómo se atrevían a ponerle las manos encima a sus hijos!

Con la respiración entrecortada, ella se echó hacia atrás para examinar a Edena. En las mismas condiciones que su hermano, su túnica y pantalones estaban rotos y cubiertos de mugre y sangre. Love sintió que se ponía pálida cuando un terrible pensamiento cruzó su mente.

Edena tenía la edad de una dragosworn emparejada...

Voy a matarlos. Con mis propias manos, a todos y cada uno de ellos, y voy a clavar sus cabezas en la pared... Con Santuario o no.

A la mierda la misericordia.

—Hadyn no dejó que me tocaran —le aseguró Edena rápidamente, como si pudiera leer los pensamientos de su madre y supiera el origen de la furia de Love.

—Apenas. —Él se tambaleó hacia atrás y cayó sentado con las piernas cruzadas en el suelo. Con fuerza.

Pasándose la mano por su pelo castaño corto, dejó escapar un suspiro agotado y luego hizo una mueca al rozar sus nudillos contra la mejilla amoratada. La miró con un gesto adorable que era idéntico a uno que Milk había usado cuando vivía con ella y ella solía confundirle con sus extrañas maneras "Amazonas‟.

—¿Dónde estamos?

Love no respondió a la espinosa pregunta; pasó por encima de sus piernas y miró a su alrededor, esperando que Milk se uniera a ellos. Ya tendría que haber vuelto.

¿Cómo de lejos estaba del Santuario? ¿Qué le estaba tomando tanto tiempo?

Algo asustada de apartarse de sus bebés otra vez, mantuvo la mano de Edena en la suya.

—¿Dónde está su madre?

—¡Sabía que era él! ¿ella?  —Edena golpeó a su hermano, quien hizo una mueca y la empujó suavemente para que no le volviera a golpear—. ¡Te lo dije!

—No, no lo hiciste.

Haciendo caso omiso de su ira, Edena encontró la mirada de Love con tristeza en los ojos.

—La atacaron y nos envió aquí mientras luchaba contra ellos. No creo que fuera capaz de seguirnos.

Blaise maldijo, causando que sus hijos se dieran cuenta de que había otras personas en la habitación. Edena se retiró cuando Hadyn se puso en pie para interponerse entre ellas y sus tíos.

Love sonrió ante el dulce gesto protector que era tan similar a lo que habría hecho Milk. Aunque para ser honesta, no había mucho que el pobre chico pudiera hacer ahora mismo en su condición herida, excepto caer y hacerlos tropezar en su camino para atacarla. Pero Dios, le amaba por intentarlo.

˗ˏˋ 26 MilkLoveˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora