Capítulo 13

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Desnuda bajo su montón de pieles, Milk yacía en el suelo de su ático, sosteniendo a Love en sus brazos. Había enviado a Aou con Blaise a buscar a los niños y traerlos de vuelta así podrían verla antes de que ella volviera a ser piedra. Pero quería unos últimos momentos en privado para decir sus adioses.

Parecía que cada latido de su corazón hacía que el cuerpo de Love se enfriara más y se pusiera más rígido. Se estaba muriendo lentamente en sus brazos. Estaba intentando todo lo que se le ocurría para mantenerla caliente y vibrante. ¿Cómo podían sus poderes ser tan inútiles?

Ella le ofreció una amable y triste sonrisa mientras le tocaba los labios con los dedos.

—No te preocupes, mi Señora Dragón. No es tan malo. De verdad. No es como estar muerto... Sólo es un largo sueño. Ni siquiera sé que estoy allí.

¿Como si eso ayudara? En todo caso, saber que ella existía en un estado oscuro y vacío lo empeoraba.

Con sus ojos brillando, Love extendió la mano para cepillar su flequillo.

—Sólo desearía haber podido ver tu cabello como lo recuerdo. Te ves tan mansa con este peinado. Tan humana. —Arrugó la nariz juguetonamente.

Milk se rio mientras acariciaba suavemente sus senos.

—Habría pensado que preferías mi pelo así y arreglado.

—No. Son tus salvajes costumbres draconianas las que siempre me han cautivado. Fue lo primero que me atrajo de ti, por encima de todos los demás.

—Entonces, cierra los ojos.

Ella lo hizo, y Milk usó sus poderes para devolver su cabello al estilo primitivo y barbárico que había tenido al acoplarse.

Tomando su mano, le besó la palma y la guió hasta sus largas trenzas con cuentas que estaban atadas con plumas.

Love jadeó cuando abrió los ojos para observarla.

—¿Cómo hiciste eso?

—Tengo mis métodos de drakomas.

Riendo, enrolló una trenza fina alrededor de su dedo índice y jugó con su pelo largo con tanto deleite que le puso realmente mala otra vez. Aunque cómo podía tener ponerse así dada su última ronda ardiente estaba lejos de su comprensión. Era algo bueno que no tuviera una cama, ya que estaba segura de que la habrían roto.

Love rozó su trenza con sus carnosos labios.

—Ahí estás, mi salvaje y primitivo dragón.

Milk se inclinó sobre ella y la besó mientras su corazón se rompía ante la idea de perderla de nuevo. Tenía tantos poderes. Tantas baratijas y tesoros de los dioses. Objetos encantados sin tiempo por los que personas habían muerto a lo largo de la historia intentando encontrar y poseer. Pero nada podía detener o evitar esto.

Nada.

Así que se aferró a ella con tanta fuerza que finalmente protestó.

—Me estás aplastando.

—Lo siento. Solo quiero mantenerte caliente y a salvo. —Milk jugó con el lóbulo de su oreja con su lengua.

Ella suspiró de placer.

—Cómo me gustaría que pudieras. No hay nada más que desee que quedarme contigo.

Alguien llamó a su puerta. Milk usó sus poderes para vestirlos de nuevo antes de permitirle a su visitante entrar a su habitación.

Era Aou, con una de las esferas mágicas de Merlín. Milk le frunció el ceño.

—¿Dónde están los niños?

˗ˏˋ 26 MilkLoveˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora