Capítulo 3

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Milk parpadeó lentamente mientras las palabras de Love le golpeaban como un mazazo. Durante un minuto, no pudo respirar mientras las asimilaba y comprendía su completa implicancia.

—¿Hijos?

—Hijo e hija.

La habitación se inclinó. Sí, eso era realmente lo que había querido decir. No la había entendido mal. Milk extendió la mano y se apoyó contra la pared mientras se esforzaba por comprender todo lo que le estaba diciendo.  Era madre. 

—No lo entiendo.

—Fue la noche antes de tu rebelión...

Su rebelión. Linda selección de palabras esas. Al diablo la verdad y lo que había sucedido en realidad. Distorsionaba toda la situación. Claro. Que Milk sea la mala en todo esto. ¿Por qué no?

Nada cambia jamás. Y esa, justo allí, era la razón de por qué se había alejado y dejado atrás el único hogar verdadero que jamás había conocido. El por qué no había tenido elección. Para ellas, para Love, Milk no era más que un animal sin razón que debía ser controlado y confinado. Algo para ser colocado en una jaula y alimentar con sobras. O para ser brutalmente sacrificado.

Se había visto obligada a irse antes de que hubieran tomado el último vestigio de su cordura, junto con lo que había quedado de su destrozado orgullo. Estúpidamente había pensado todo este tiempo que ella ya se lo había quitado todo.

Ahora esto. Había escondido a sus hijos de ella. Le odiaba tanto y a su herencia que deliberadamente la había mantenido fuera de sus vidas, donde ni siquiera podría estar allí para participar en la crianza de sus propios dragonets.

Milk apretó los dientes cuando el dolor le recorrió.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Yo iba a hacerlo esa noche... ya sabes... más tarde, pero hacía rato que te habías ido. No tenía forma de rastrearte.

Debido a que una dragonsworn embarazada no podía viajar en el tiempo y Milk había dejado muy atrás su aldea amazónica, prometiendo nunca volver a ella ni a su mundo de nuevo. Ella era la única razón por la que se había quedado en la antigua Grecia.

Y sólo se había aventurado allí debido al Bane-Cry de su hermano que lo había convocado a la guerra en su propia casa y época.

Después de la brutal muerte de Haydn, su intención había sido dejar esa época y país en el pasado... pero en la hora más oscura de Milk, Love le había encontrado. Por un pequeño momento, había pensado erróneamente que ella había sido enviada por Dios para consolarle durante su dolor...

No pudo estar más equivocada. Love nunca había sido otra cosa que su propio infierno personal.

—Podrías haber enviado a una de tus hermanas —escupió esa odiada palabra—, en mi búsqueda.

—Lo hice. Cubriste tu rastro admirablemente. Nadie fue nunca capaz de encontrar ningún rastro de ti.

Era como decía. Tan furiosa había estado en aquel entonces, que lo más probable era que las hubiera asesinado antes de que pudieran hablar. Sólo el tiempo y la distancia, y la sorpresa absoluta, le habían permitido perdonarles la vida al llegar aquí esta noche.

Love tragó saliva antes de hablar de nuevo.

—Estarías orgulloso de tus hijos, Milk. Son un honor para ambas.

Esas palabras fueron una daga en el corazón.

—¿Sus nombres?

—Haydn y Edena.

˗ˏˋ 26 MilkLoveˎˊ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora