✨️Perth.✨️Los padres de Chimon no suelen estar en casa, porque siempre están trabajando.
Consideré una buena idea su invitación para venir a conocer su habitación.
Y coger.
—¿Te gusta? —me pregunta acostado sobre mí y yo paso mis dedos por su espalda desnuda, asintiendo.
—Mucho —respondo sonriéndole— tú me gustas mucho.
Besa mi barbilla jugando con sus dientes y creo que es tan bonito.
Atrapo sus labios, pero se suelta, porque su teléfono suena.
—No vayas —susurro entrelazando nuestros dedos y asiente, hasta que vuelve a sonar.
—Puede ser importante.
Giro los ojos porque se levanta, y contesta acercándose a la ventana.
Puedo escuchar la voz de Nanon incluso si no lo ha puesto en altavoz.
—Estoy caminando a tu casa, tienes que aprobar mis planes.
—¿Ahora? —le pregunta buscando su ropa y entiendo.
Ya se acabó la noche para mí.
—¡Sí!
—Estoy con Perth —le informa volteando su camiseta.
—Bueno, llego en 10 minutos.
Suspira mirando la pantalla, porque le ha colgado.
—¿Puedes vestirte también? —me pregunta arrodillándose a mi lado— Nanon viene, él suele solo avisar.
—¿No sabes decirle que no?
—Por favor —me pide— va a irse rápido, siempre pasa por aquí de camino a su casa.
Resoplo levantándome, porque ya qué.
—Gracias —susurra abrazándome desde atrás y deja un beso corto en mi espalda.
Suspiro, porque quizás puedo ceder un poco por él.
Se comporta bien, es obediente, nos divertimos juntos, y el sexo es bueno.
Nanon es una molestia, no me agrada, pero no funciona hablar negativamente de él.
Supongo que puedo tolerarlo.
Acomodo mi ropa mirándome al espejo, viéndolo correr a las escaleras para bajar.
No quiero tener que escuchar sus conversaciones inmaduras.
Mis pasos son lentos, y cuando llego, veo que se ha servido algo de comer, y está acostado en el sillón.
Entiendo la confianza que siente, porque conoce está casa desde que es un niño, pero particularmente considero inapropiado su comportamiento.
—¿Te sirvo algo? —me pregunta Chimon y yo asiento, sentándome frente al televisor.
—Disculpa si estoy interrumpiendo —me dice Nanon cuando estamos solos— espero que podamos llevarnos bien, pasas mucho tiempo con él últimamente.
Volteo a mirarlo, porque creo que es demasiado amable.
Está coqueteándome.
—¿Eso quieres?
—La verdad es que nada me importa más que ver feliz a Chimon, por eso aunque no siempre comparto sus decisiones, voy a apoyarlo, y espero que seas la persona que él cree que eres, porque le gustas mucho.
Asiento mirándolo, porque no le había prestado tanta atención antes.
—Eres lindo —le digo y su sonrisa desaparece automáticamente.
