✨️Chimon.✨️No soy fanático de las fiestas, creo que ya lo había mencionado, pero Perth está invitándome.
Nos vemos todos los días, se ha vuelto constante, y lo extraño mucho cuando tiene que irse.
Lo veo al fondo del salón y señala el baño, porque quiere que vayamos.
No sé si está bien dejar un rato a Nanon solo con todos estos hombres.
—Tomaré algo —me dice y niego con la cabeza acercándome para que me escuche bien.
—No sabes tomar.
—Si estoy ebrio, puedo decirle a Ohm más cosas, va a animarme.
Suspiro viéndolo acercarse al concurso de bebidas, supongo que ya es capaz de saber lo que hace.
Camino rápido al pasillo y Perth abre la puerta para pasar.
Hay menos ruido adentro, esa es una ventaja.
—Vine con Nanon —le informo porque no parece haber notado ese detalle.
—Puede cuidarse solo, a ti qué.
Quiero discutir eso, pero me besa, desabrochando sus propios pantalones.
Su lengua en mi cuello me distrae, y ya no recuerdo qué iba a decir.
Hay poco espacio acá, pero sirve.
Levanta mi pierna, apoyándome a la pared, y entra de golpe, gruñendo.
Me aferro a su espalda, porque me embiste rápido y me encanta.
Lo hace tan bien.
—Estoy loco por ti —dice desesperado, penetrándome con más fuerza, y yo no estoy pensando.
Mi cerebro solo es capaz de recibir el placer que me da.
Nunca me había entregado así a alguien, estaba esperando a un Alfa como él.
Es un sueño completamente.
Me estremezco cuando siento su semen llenándome, y llegó también, mientras reduce la velocidad de sus movimientos, mordiendo mi labio inferior.
Me voltea contra el lavabo, y abre mis piernas con sus manos, cogiéndome de nuevo.
Gimo disfrutando de lo húmedo que se siente así, y mis piernas están mojándose también.
Creo que el piso ya no está limpio.
Siempre puede hacerlo varias veces continuas, y es cansado, pero puedo seguirle el ritmo.
Muerdo mi labio inferior, sollozando, por la forma en que muerde mi espalda, acariciando mis pezones.
Me asusta sentirme tan suyo.
La música fuerte afuera me da la oportunidad de ser ruidoso, y sale de mí, volteándome, para que me arrodille.
Pone uno de sus dedos en mi boca para que la abra, y llega ahí, acariciando mi cabello.
Paso despacio mi lengua por la punta su pene, y me sonríe, apoyándose en la pared.
Se ha cansado también.
—Voy a limpiarme —le aviso— Nanon va a preocuparse.
—¿Nanon? —me pregunta resoplando— ¿Acaso le importa algo más que Ohm?
—¿Qué?
No sabía que se había dado cuenta.
—Ohm es lento, yo no, creo que es descarado, no le avergüenza lo que está buscando.
Me quedo en silencio, porque no me gusta mucho el tono de sus palabras.
—No deberías juntarte tanto con él.
—Somos amigos desde la primaria —le recuerdo, porque puede estar olvidando ese detalle.
—Es bueno que no te haya contagiado lo ofrecido.
Bajo la mirada, porque realmente está incomodándome que diga eso.
—Por eso me gustas de verdad, Chimon, creo que lo que tenemos puede crecer.
Me asusta decirle que no estoy de acuerdo, porque puede pensar que estoy defendiendo esas actitudes y si se decepciona de mí, no va a tomarme en serio.
—Tengamos una cita mañana —agrega sorprendiéndome y asiento rápido, porque no hay nada que quiera más que eso.
