✨️Chimon.✨️Miro mi teléfono y no es un error, no tengo mensajes de Perth y no había pasado antes.
Hablábamos todos los días, pero no me ha buscado.
Me ha prohibido llamarle, solo puedo esperar a que lo haga.
Los ojos me duelen tanto como mi pecho, y no creo poder dormir tampoco esta noche.
No puedo detenerme, siento que voy a morirme sin él.
Miro al techo unos segundos, y mi cuerpo reacciona rápido cuando mi celular vibra.
La calma me recorre cuando veo su nombre en la pantalla.
—Hola —suelto casi agitado por la fuerza con la que contesto.
—Estoy abajo —dice luego de suspirar.
—Ya voy —susurro levantándome y salgo rápido de mi habitación, arrastrando los pies con cuidado para no despertar a nadie.
Abro la puerta y corro a él por el jardín, abrazándolo con fuerza apenas puedo.
—No vuelvas a desaparecer así —le pido llorando y siento su mano acariciando mi cabeza.
Levanta mi rostro con sus manos y se ve preocupado.
—Oye, no te pongas así, ha sido solo una noche.
—Pensé que no volverías a buscarme, te fuiste con él y no sabía qué hacer.
—Sobre eso…
—Por favor, no me dejes —le pido desesperado porque es lo único que he tenido en la cabeza— yo puedo hacer las cosas como quieres, pero no quiero perderte.
Mi preocupación se incrementa, porque parece estar pensándolo.
—Chimon.
—¿Qué?
—Creo que ya te has dado cuenta de la razón por la que no voy a dejarlo pronto, y nuestra situación tampoco va a cambiar —me explica— yo te quiero, y es por eso que no considero justo que esperes algo que no va a suceder.
—No vas a divorciarte —digo porque ya lo sé.
—No puedo hacerlo.
—Pero tú dijiste que me quieres a mí.
—Y no estoy mintiendo, te quiero a ti.
Me siento terrible porque no puedo dejarlo.
La idea de no verlo más me lastima, y yo sé que esto está mal, pero no soy capaz de ganar con la razón.
Me estiro a él para besarlo, y me corresponde.
Me quiere a mí, eso es lo que importa.
