✨️Perth.✨️
Sonrío porque Chimon grita contra la almohada, cuando entro más fuerte, y se empina arañando las sábanas.
Muevo circularmente mi cadera, porque sé que le gusta, presionando fuerte su cintura.
Siento que realmente me pertenece y no quiero que lo miren porque es mío.
Sexualmente.
Odiaría pensar en que alguien más puede fijarse en él.
Sé que no se había acostado con alguien antes, y ya lo tomé yo.
Que solo se entregue a mí me encanta, quiero tenerlo así, siempre concentrado solo en mí.
Ningún Alfa en el equipo tomaría en serio a algo que ya usé.
Bajo la mano a su erección y lo acaricio, manteniéndome en su interior, y él se mueve desesperado, porque va a llegar.
Conozco bien como funciona, sé lo que le gusta, y nadie más va a poder satisfacerlo como yo.
Espero que lo sepa también, sería un idiota si buscara esto con alguien más.
Beso su espalda al llegar y salgo, para acostarme a su lado.
Las marcas que le dejo no van a desaparecer pronto, y no estoy hablando solo de lo físico.
Las personas de su edad son muy delirantes.
Seguramente piensa que esto es amor real, pero solo somos dos personas quitándose las ganas.
Es tierno de cierta manera.
Me calienta que sea alguien a quien puedo moldear a mi gusto.
Él me escucha siempre, toma en consideración todo lo que digo, y me encanta.
No tiene un criterio formado sobre nada, yo estoy enseñándole lo que quiero que piense para gustarme más, y lo hace porque no quiere molestarme.
Es perfecto para mí por eso.
—Eres muy bonito —le digo cuando se levanta para limpiarse y me sonríe sonrojándose.
—No es cierto.
—Sí, eres perfecto.
Es tímido todavía, después de todo lo que hemos hecho y eso me vuelve loco.
