✨️Perth.✨️Nanon está metido otra vez en la casa de Chimon, porque ha venido a contarle algo que pasó.
—¿Besa bien? —le pregunta desde el sillón y yo intento ignorarlos, preparándome un sándwich.
—Fue inseguro, no lo sé, siento que mi corazón va a salirse de mi pecho.
Es un niño también, es la clase de cosas ridículas que dicen las personas ilusas.
—No me ha respondido el último mensaje, estoy nervioso, no sé si va a molestarse mucho conmigo, ¿puedo quedarme a cenar?
Hago algo de ruido sacando el plato, para que recuerde que todavía estoy acá.
—¿Hoy? —le pregunta Chimon al entender y creo que Nanon entiende el mensaje también.
—Puedo venir mañana, no pasa nada, papá dice que parece que vivo afuera últimamente.
—Tiene un poco de razón.
—Claro, ya me voy —dice parándose.
Camina a la cocina, y me sonríe moviendo la mano.
—Adiós, Perth.
—¿Ya te vas? —le pregunto como si no hubiera escuchado y él asiente.
—Mi papá va a preocuparse.
—No estará incomodándote que yo esté, ¿no?
—No, no me incomoda, me gusta verte acá.
—¿Te gusta verme? —repito acercándome más.
—Me refería…
—Si estás buscando algo de mí, puedes escribirme —susurro sonriéndole— no voy a decirle a Chimon.
—¿Qué? —me pregunta retrocediendo.
—Creo que eres lindo.
Su sonrisa termina de desaparecer y se va rápido.
Creí que sería más flexible porque es un Omega fácil, pero no, y cierra la puerta principal rápido, así que no le ha dicho a Chimon.
Muevo mis dedos contra la mesa pensando.
—Ya se fue —me dice entrando y su expresión cambia al verme nervioso— ¿Qué pasó?
—Nada —respondo negando con la cabeza.
—¿Nada?
—Quiero creer que estoy confundiéndome, pero sentí hoy que Nanon se me insinuó.
Él sonríe.
—¿Estás bromeando?
—No, yo no había querido decirte nada porque sé lo importante que es para ti, pero antes también mencionó me había dicho que le parezco lindo.
—Malinterpretaste algo —dice y puedo notar que le ha afectado— Nanon no es así.
—No estoy mintiendo.
—No creo que estés mintiendo, creo que te has confundido.
Se sienta y baja la mirada, moviendo sus pies contra el piso.
—No me siento bien ahora —me informa y yo suspiro agachándome a su lado.
—Lo lamento, seguramente si me he confundido.
—Está bien, yo agradezco que tengas la confianza de decirme.
—Es que te quiero —respondo besando su mano y sonríe.
Cualquier cosa que vaya a decirle, no sonará convincente por esto.
