✨️Chimon.✨️Quiero estar envuelto en mi cama, sin contacto con el exterior.
Nunca me había sentido así de miserable antes, y Nanon no deja de llamarme.
Abro la puerta, porque no es alguien que se rinde fácil.
—¿Por qué estás actuando así? —me pregunta al verme.
—Porque no quiero hablar ahora, ¿puedes respetarlo?
—Estoy preocupado por ti.
—¿Por mí?
—Ya no hablamos, no sé qué está ocurriéndote.
—¡No me siento bien! —le grito perdiendo el control— ¡Perth no va a divorciarse, y no quiero que me deje!
—Chimon…
—Siento que va a hacerlo, ya no me escribe como antes —le explico llorando— era lindo, no me ignoraba así, nosotros teníamos algo real, él pasaba todos los días conmigo.
—¿Tú entiendes que estás poniéndote así por alguien que no vale la pena?
—Vale la pena para mí, Nanon, tú no lo conoces, él dice que me quiere y…
—Las personas que te quieren, no te tratan así —suelta interrumpiéndome— solo quiere acostarse contigo, tú sabes que él no te toma en serio, ¿no?
—¿Eso piensas? —le pregunto limpiando mis lágrimas— ¿Qué solo le sirvo para eso?
—No es lo que pienso yo, es lo que él demuestra, no le importas.
—Estás haciéndome daño, porque él lo es todo para mí.
—Yo lo sé.
—¿Entonces por qué actúas así?
Se levanta y parece que está pensando en si debería decirme algo más.
—No quiero pelear contigo, y traté de olvidar lo que pasó, pero no puedo.
—¿Pasó qué?
—Él trató de decirme que podía escribirle y no iba a contarte, ya me había incomodado antes, porque parecía querer coquetearme.
Me levanto porque no lo puedo creer.
—Perth tenía razón, qué idiota.
—¿Qué?
—No vuelvas a acercarte a él, porque me quiere a mí.
—¿Pero de qué estás hablando?
—No lo intentes, porque él cree que eres una zorra y yo lo creo también.
—Chimon…
—Vete de mi casa.
