11

270 60 115
                                        


✨️Chimon.✨️

No he parado de pensar en lo que Perth ha dicho, y estoy triste.

Me siento mal, es algo dentro de mí que no me permite estar tranquilo, y no quiero hablarlo con Nanon.

El entrenamiento no está ayudándome, no quiero estar acá ahora.

Mi mirada va al hombre que ha entrado y se sienta cerca a mí, probablemente porque soy la única persona en el estadio.

—¿En qué tiempo van? —me pregunta girando hacia mí.

—Ya casi acaban el segundo.

Me sonríe y le sonrío de vuelta por educación.

—Entonces llegué a tiempo.

Puedo notar que está esperando un bebé, pero no creo que tenga muchos meses con él.

—¿Eres el novio de alguien? —intenta conversar todavía, parece ser agradable.

—No —respondo bajando la mirada.

—A mí no me gusta el fútbol, pero Perth es mi esposo, y a veces intento involucrarme más en sus intereses.

Siento mi mundo tambaleándose al escucharlo, y quiero desaparecerlo.

Quiero irme a mi casa, estoy incómodo, sentí todo el día esto, y ya no puedo soportarlo.

Está esperando un bebé, quizás es la razón por la que no lo ha dejado.

Abrazo mis rodillas y suspiro, tratando de ignorar el nudo en mi garganta.

No quiero ponerme a llorar acá, no puedo ser tan patético.

—¿Alguien en el equipo te gusta entonces? —agrega sonriéndome y no respondo verbalmente.

Asiento despacio y él suspira.

—Te ves triste, no sé qué está pasándote y no quiero entrometerme.

Lo está haciendo y quiero que se calle.

Escucho el pitido final del partido y él se levanta.

Perth corre a las gradas con un pánico que desaparece de su mirada cuando su esposo le sonríe.

Probablemente tiene miedo de que se entere de lo que pasa, pero yo no sería capaz de hacerle algo así.

—Mi amor, ¿qué haces acá? —le pregunta ignorándome y creo que voy a ahogarme.

—Pasé para ir por algo de comer, ¿debí avisarte?

—No, está bien —responde agarrando su mano y lo lleva a los vestidores— voy a cambiarme rápido.

Cierro los ojos, sintiendo mis lágrimas cayendo por fin, y sí, debe verme patético de verdad.

—Chimon —dice Jimmy acercándose y ese es mi límite— estaba viendo y…

—No me mires así —le prohíbo levantándome y cuento lo que voy a decirle en los dedos de mis manos— no me sirve tu lástima, no eres mi amigo, no me importa lo que piensas, no quiero tener otro problema por tu culpa, y no vuelvas a acercarte a mí.

Segundo tiempo || PerthchimonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora