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 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Dejó caer su espalda en el respaldo del sillón, desplomándose en este mismo mientras enfocaba un punto fijo en el techo del departamento

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‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Dejó caer su espalda en el respaldo del sillón, desplomándose en este mismo mientras enfocaba un punto fijo en el techo del departamento. No sabía con exactitud si meterse en el asunto o dejar que el profesor YounJae hiciera todo el trabajo sin ayuda alguna.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Cerró sus ojos y lo pensó hasta que la puerta del baño principal se abriera revelando a su hermano mayor saliéndose de bañar con una bata rodeando su cuerpo.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──¿Y esa cara tan amargada, Minnie? ──preguntó MinJae, colocando una toalla mediana en su cabello para hacer fricción y secarlo un poco.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──La misma cara de siempre, mamut.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Siento que me desprecias llamándome mamut.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──¿En serio? Pensé que no lograrías en notarlo ──se hizo la sorprendida y MinJae le lanzó la toalla que aportaba en su cabeza, recibiendo un quejido de la menor──. Oye-

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Ya, anda, dime lo que te sucede ‎──se acercó, sentándose en unos de los sillones individuales enfrente de ella‎──. Para que estés con la cara más alargada que nunca, debe ser un tema inquietante para ti.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Rina suspira, aveces no entendía cómo es que su hermano la conocía tan bien que ya sabía diferenciar sus malos humores cuando algo estaba sucediendo.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎‎──Escuché una conversación del profesor y el entrenador del club ──explicó acomodándose mejor en el lugar donde está sentada y miró a su hermano que hacía un ademán con la mano para que siguiera hablando‎──. Cuestión, no sé si meterme en el asunto o no.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──¿Cuál asunto?

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎‎──¿Recuerdas que te conté del torneo inter-colegial, que los chicos del club participarían?

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Asintió al recordar lo comentado. ──Sí, que se llevará a finales del mes primaveral.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Se quedaron sin transporte para ir hasta allí.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Ouh.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Y tuve una idea.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎‎──Lo sabía ‎──sonrió al acertar lo que predecía.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──¿Eh?

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Nada, tú sigue contando ──apoyó el mentón en la palma de su mano, interesado por saber qué planeaba su hermana menor.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎‎──En fin, se me ocurrió hacer un letrero de donación para que puedan invertir las ganancias y alquilar un micro, que sea rentable.

cafuné ⊹ yang jeongin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora