ocho

76 14 0
                                    

 ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Se miró por última vez en el reflejo del espejo, observando atentamente la vestimenta deportiva que llevaba puesta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Se miró por última vez en el reflejo del espejo, observando atentamente la vestimenta deportiva que llevaba puesta. El uniforme del equipo de voleibol se le acentuaba bien, no podía quejarse en lo absoluto. Pensó que con la llegada de la primavera tendría que usar obligatoriamente una falda, manifestó para que no sucediera, y tuvo suerte de no ser así.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Aquella prenda corta y Rina no eran compatibles. Por esa misma razón utilizaba el equipo de educación física debajo de la pollera escolar, además que ella se transportaba en patineta y no sentía la comodidad como para usar aquello, no la hacía sentir segura.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Exhaló el aire que había conteniendo en su pecho para agarrar su mochila y desconectó su teléfono móvil del cargador, lista para desayunar e irse a la escuela para encontrarse con los demás del equipo de voleibol.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Era alrededor de las 8AM, debería estar en la escuela, en el aula de clases, pero la realidad es que no es así. Hoy viajarían hasta gimnasio municipal de la ciudad, es decir; irían al torneo después de prepararse y haber entrenado por muchísimo tiempo, por fin había llegado el día.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎Se dirigió al comedor, su hermano se encontraba preparando la comida que llevaría el día de hoy. Agradecía que él se comprometió ayudarle con el tema, incluso MinJae le propuso alcanzarle con coche hasta la escuela para que llegase a tiempo y no tuviera que gastar dinero en el pasaje del tren.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──¡Buenos días, Minnie! ──saludó alegremente y Rina rodeó los ojos, no importaba cuantas veces le dijera que no le llamase por ese apodo de la infancia, MinJae seguiría llamándola hasta el día de su muerte.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Buenos días para ti también, mamut ──ella tampoco iba a dejar de lado su pequeña venganza.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Por más que te vayas todo el día, voy admitir que extrañaré tu presencia y tus insultos de llamarme de esa forma.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Yo no.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──¡Que poco corazón, Minnie! ──lloriqueó dramáticamente haciendo que Rina se encogiera de hombros──. Por lo menos sé un poco considerada porque estoy a tiempo de echarle veneno de rata a la comida.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──No te creo tan vengativo hermanito ──aseguró y se acercó al lado de él, dándole palmaditas en la espalda mientras observaba la salsa para el curry que éste prepara──. ¿Calentaste agua?

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎MinJae asintió, le señaló la pava eléctrica y ella le murmuró un "gracia" al comprender para luego buscar su taza favorita y prepararse un rico café para desayunar.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──En la mesa deje las galletitas caseras que sobraron ayer ──le informó apagando la estufa de la cocina.

‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎──Pensé que te las habías acabado todas.

cafuné ⊹ yang jeongin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora