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Rina quitó la mochila de sus hombros al llegar a los vestidores para sacar la camiseta que solía ponerse de costumbre para estar más cómoda y de paso quita su falda para doblarla y guardarla dentro de la mochila junto con su camisa de uniforme.
Salió de los vestidores y se dirigió hacia el gimnasio. Al llegar se encontró con MinJu, MinHo y el profesor de apoyo, YoungJae; estos mismos le miraron cuando entró.
──Min, ven aquí ──ordenó MinHo, parecía estar molesto.
La femenina duda en acercarse, pero viendo cómo el profesor asiente mientras que MinJu mantenía su mirada fija en el suelo, podía sentir el ambiente tenso y eso mismo le provocaba un poco de nervios.
──¿Sucedió algo? ──preguntó al llegar a ellos.
──¿En dónde dejaste los papeles que MinJu te entregó? ──cuestionó MinHo de manera grotesca ignorando totalmente la pregunta de la recién llegada.
Parpadeó. ──Ayer se lo entregue al preceptor para se lo alcanzara, profesor YoungJae, porque no lo encontré en la sala de descanso ──respondió mirando al superior y éste frunció sus labios──. ¿Hice algo mal?
──Claro que no- ──MinJu no terminó de concluir la oración que MinHo le interrumpió:
──¡Claro que sí! Por tu culpa MinJu tuvo un regaño por parte del profesor y-
La pelicastaña agarró la oreja de MinHo. Es decir, su novio. ──¡Puedes dejar de gritarle a Rina-ie!
──¿Eso es cierto, Unnie? ¿Fue mi culpa?
──No, claro que no fue tu culpa ──ella negó de manera frenética mientras MinHo asentía y susurraba un "sí"de respuesta──. Cierra tu maldita bocota, Lee.
──Cálmense chicos, no tienen que alborotarse. El día de ayer olvide avisar que saldría temprano de la escuela y por eso Rina no pudo encontrarme ──el mayor de los tres habló serenamente para tranquilar al jugador de voleibol, quien era regañado por su novia──. Fue una equivocación por parte mía, iré en busca de esos papeles para poder entregar a la comisión de seguros ──sonrió──. Min Rina podrías decirme a qué preceptor haz dejado los papeles.
──Al preceptor Park.
El profesor asintió y se fue de allí, dejando a sus alumnos en el gimnasio.
No obstante, Rina quedó perpleja por lo que dijo el chico, la culpabilidad comenzó a consumirla y agachó la cabeza, sintiéndose perdida. Había cometido un error, debió esperar al que profesor Choi hiciera su presencia en la sala de maestros el día de ayer y entregarle a él mismo los papeles que le había entregado MinJu; ella estaba a cargo, pero ella lo estropeó.
