Capítulo 6: Puedes

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Apenas llegamos a la segunda planta doblamos hacia uno de los pasillos de forma rápida.

—¡Sigan corriendo!—gritó Thomas.

Una de esas personas estaba en la mitad de aquel lugar, apenas nos vió soltó unos gruñidos antes de que pudiera acercarse a nosotros, el chico de ojos lindos fue corriendo hacia él con una clase de bate

—¡Aris ¿qué haces?!—escuché la voz del castaño alterado.

EL muchacho de ojos celestes golpeó a esa cosa en las piernas haciendo que cayera al piso en nuestra dirección.

—¡Aaah!—chillé, agarré el brazo de Newt quien estaba a mi lado.

Más de esas cosas vinieron corriendo por el pasillo.

—¡Vamos, corran!—nos dijo Winston.

Al ver que el rubio no se movía, lo tire para que se moviera.

—¡Newt, apresúrate!—le grité asustada.

El chico reaccionó a mi grito, por lo que me siguió, estábamos por llegar hasta una de las escaleras mecánicas, cuando sentí un tirón en mi mochila, que me hizo soltar a Newt.

—¡___!—vociferó Newt.

Escuché sus fuertes rugidos en mi oído, por lo que tiré mi cabeza hacia atrás, golpeando a esa cosa en la cara, logrando que me soltara.

Vi a Minho correr hacia mí y propinarle un golpe a otra de esas cosas que estaba por agarrarme nuevamente.

—¡Vamos!—me dijo el pelinegro mientras tomaba mi mano.

—¡Suban!—le ordené a los chicos.

El asiático me puso delante de él y subimos la escalera, ya arriba logramos juntarnos con Thomas y Teresa, quienes se habían separado de nosotros cuando Aris derribé a una de esas cosas.

Mi corazón latía a mil por hora, y movía mis piernas lo más rápido que podía.

—¡Tenemos que encontrar la salida!—gritó Sartén quien corría junto a Minho y a mí.

Escuchamos un vidrio romperse y el grito del rubio tras nosotros, frenamos de golpe al escuchar aquello.

Newt se encontraba en el piso con esa cosas sobre él, una gran desesperación llegó a mí al ver eso.

—¡Newt!—vociferaban Minho y Thomas.

—¡Ayúdenme!—pidió el rubio.

El castaño quien estaba más cerca, fue hacia él y le dio una patada a esa cosa, logrando tirarla por el barandal de cristal que había.

Solté un suspiro de alivio cuando vi a Newt levantarse del piso ayudado del castaño.

—¡Gracias Tommy!—le agradeció el chico.

Volvimos a correr al ver a una horda de esas cosas venir por nosotros.

Vi en la pared una abertura, que podía ser una pasillo.

—¡Minho, allí!—le señalé.

—¡Por aquí!—le dijo a los demás soltando mi mano, me dejó pasar de las primeras y él se quedó asegurándose de que los demás entraran.

Eran un pasillo un poco más angosto y cerrado completamente, con luces.

—¡Corran!—escuché la voz de Teresa.

Con Thomas encontramos una puerta, pero esta se encontraba cerrada con llave, intentamos abrirla pero no lo logramos.

De repente la horda llegó al pasillo.

Unidos ♡ (Minho y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora