Dazai
La luz del amanecer filtrándose por las ventanas del apartamento de Chuuya me despertó, estaba acostado en su cama, con el aún dormido sobre mi pecho, su respiración pesada y su expresión tranquila.
La noche anterior había sido una montaña rusa de emociones para el, pero bueno, nuevo día, nueva vida.
Me levanté con cuidado, tratando de no despertarlo y me dirigí a la cocina, no era para nada mi fuerte, pero quería hacer algo por, algo simple que demostrará que me importaba un mínimo.
Si, tortitas creo que sería buena idea, recordaba vagamente que una vez Yosano intento enseñarme a hacerlas para cuando tuviera algún día pareja o alguien que me aguante según ella.
Comencé a buscar los ingredientes, harina, huevos, leche ..todos estaban aquí, sonreí y me puse a mezclar los ingredientes, intentando
La mezcla resultó aceptable, aunque un poco más grumosa de lo que debería, no importaba, seguro que la cara de Chuuya valdría la pena.
Calenté la sartén y verti un poco de la mezcla, los primeros minutos fueron bien, hasta que me distraje mirando por la ventana, donde ayer casi Chuuya tiene un accidente, y era mi culpa, como siempre.
Un olor a quemado me sacó de mis pensamientos, haciendo que mirara la sartén y vi que la primera tanda de tortitas se había quemado completamente, un poco más y era carbón.
Maldición, joder, las saque rápidamente y trate de salvar lo que pudiera pero no había mucho que hacer, así que decidi intentarlo de nuevo con más cuidado.
Mientras preparaba la segunda tanda, escuché un gruñido procedente de la habitación, Chuuya debía estar despertando y me juego cualquier cosa a que tiene una resaca terrible.
Me apresure con las toritas, tratando de que no se quemarán está vez ,pero nuevamente, mis pensamientos vagaron y el segundo intento también se quemó.
-¿Que diablos ese olor?.- la voz de Chuuya resonó desde el pasillo, su tono áspero y molesto
Antes de que pudiera responder lo vi aparecer en la cocina sin camiseta, estaba despeinado, con los ojos entrecerrados y una mano en la cabeza, obviamente lidiando con un dolor de cabeza monumental.
Se detuvo en seco al verme, una mezcla de sorpresa y confusión cruzando su rostro, aunque fue reemplazado por un ceño fruncido.
-Dazai, ¿Sigues aquí?.- pregunto, su voz aún ronca por el sueño y la resaca
-Buenos días Chibi.- respondí con mi sonrisa habitual, aunque sentía que no era momento para bromear.- pensé en rememorar antiguos tiempos.
Sus ojos azules se desplazaron a la sartén y al desastre de las tortitas quemadas en el plato a un lado, su expresión paso rápidamente a la irritación.
-¿En serio?, ¿Quemando mi cocina es tu idea de hacerme el desayuno?
Me encogí de hombros, tratando de mantener un tono ligero y no empezar con alguno de mis sarcasmos
-Bueno, nadie dijo que sería perfecto, pero la intención cuenta, ¿No percherito?
Chuuya frunció aún más el ceño, su ira claramente alimentada por la resaca y frustración
-La intención no cuenta si incendios mi apartamento, bastardo.
Suspiré, sabiendo que discutir en su estado actual solo empeoraría las cosas más de lo que ya lo están.
-Solo quería hacer algún gesto amable después de lo anoche
Se pasó una mano por el cabello haciendo que su abdomen se tensara, tragué saliva apartando la mirada nervios y volviendo a verle
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Bajo el Manto del Odio
FanfictionEn la ciudad de Yokohama, donde la luz y la oscuridad se entrelazan en un constante juego de poder, donde la paz suele durar apenas unos efímeros momentos. Dazai Osamu, ahora miembro de la Agencia de Detectives Armada, y Chuuya Nakahara, ejecutivo d...