🤭Capítulo 6💞

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Chuuya

El rugido de la motocicleta resonaba en mis oídos, una cacofonía ensordecedora que me ayudaba a silenciar los pensamientos que no dejaban de acosarme.

La noche envolvía la carretera en un manto oscuro y el aire azotaba mi rostro, pero no aminore la velocidad, necesitaba sentir la adrenalina, la velocidad, algo que me recordara que estaba vivo.

Mientras aceleraba todavía más, los recuerdos comenzaron a invitar mi mente, como una película proyectada contra mis párpados cerrados.

Recordé los días en la mafia, los innumerables enfrentamientos con Dazai, su mirada burlona, siempre desafiandome, provocándome.

-¿¡Por qué  siempre tienes que ser tan malditamente insoportable, maldito?!.- le había gritado una vez, después de una misión difícil.

Dazai había sonreído, aunque nunca llegó esa sonrisa a sus ojos y dijo

-Porque es divertido verte enojado, enano. Además, alguien tiene que asegurarse de que no te vuelvas demasiado aburrido.

Esos momentos de tensión, de ira contenida, eran tan parte de nuestra relación como los momentos raramente privados que surgieron muchas veces entre nosotros.

Recordé los besos, las caricias, esos instantes, que por un segundo, todo el odio y hostilidad desaparecía, dejando un deseo y algo de cariño entre nosotros.

Había veces que en medio de una pelea, Dazai me empujaba contra una pared, su rostro cerca del mío, sus ojos color oscuro brillando con otro tipo de emoción.

-Te odio, bastardo.- le susurré una vez, justo antes de que sus labios se estamparan con ganas sobre los mios.

Y lo odiaba, lo odiaba mucho por como me hacía sentir, por como lograba alcanzar y destruir todas mis defensas, pero..también lo amaba, de una manera retorcida y confusa que nunca logré entender.

Esa era la maldición de nuestra relación, una mezcla de odio y amor que nos mantenía atados el uno al otro, incapaces de romper el maldito ciclo.

Acelere más la moto, dejando que el viento y la velocidad me limpiaran de esos pensamientos, aunque solo fuera por un momento.

Finalmente, el bosque apareció ante mi un refugio tranquilo y solitario, reduje la velocidad y dirigí la moto hacia un claro, donde el silencio de la naturaleza reemplazo el rugido del motor.

Apagué la moto y me bajé, sacando un cigarrillo del bolsillo de mi chaqueta de cuero casual que llevaba, encendí el cigarrillo y di una profunda calada, dejando que el humo llenará mis pulmones para exhalar lentamente.

Me apoye contra un árbol, mirando las estrellas que brillaban débilmente a través del dosel de hojas, este lugar siempre me había ofrecido una paz que rara vez encontraba en la ciudad o la mafia.

Aquí lejos del caos y violencia, podía pensar con calma aunque esos pensamientos me llevarán de vuelta a la momia de vendas.

-¿Que haces aquí Chuuuya?.- me preguntó una vez, cuando me encontró en este mismo lugar hace años atrás.

-Escapando de ti, ¿Por qué otra razón de la que estaría aquí?.- respondí con sarcasmo y burla

Pero incluso entonces, sabía que no podía escapar de él. Dazai siempre encontraba una manera de infiltrarse en mis pensamientos, de estar presente incluso cuando no estaba físicamente cerca.

Tomé otra calada del cigarrillo, sintiendo la familiar sensación de quemacion en mis pulmones, ¿Como había llegado a este punto?, ¿Que alguien como la maldita momia tuviera tanto poder sobre mi?.

Bajo el Manto del OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora