Zed llevaba otra larga semana fuera. El aburrimiento podía con ella. Cuando el no estaba la monotonía de la orden se volvía insoportable.
Además, la responsabilidad que descansaba sobre su espalda cuando el maestro no estaba la agotaba enormemente. Ella no estaba hecha para liderar la orden y su ceguera no ayudaba en absoluto.
Se encontraba sentada en una de las ventanas que daban al patio interior aprovechando cada segundo de sus cortos cinco minutos de descanso. Bebía una infusión energética con gesto cansado. No entendía cómo Zed aguantaba a tanto novato sin tirarlos a todos por la ventana mas cercana. Solía ser una persona tranquila y paciente, pero toda esa gente que quería llegar a la altura del maestro la sacaba de quicio.
Pero comprendía y sabía muy bien que ella había sido también así en su dia, también habia sido una novata.
Se terminó su infusión y decidió que era momento de volver al trabajo. Los alumnos la esperaban.
Con una coordinación asombrosa los alumnos seguían los movimientos de Io sin errores. Se notaba que eran de los mas avanzados.
Tras los calentamientos empezaron los combates por parejas e Io los supervisaba cómo bien podía, tratando de guiarse por las vibraciones que provocaban con los pies.
Era muy difícil concentrarse con tantas pisadas y vibraciones procedientes de todos los lados.
Pero entonces el suelo vibró de forma diferente. Una vibración fuerte y lejana que se acercaba rápidamente.
-¿Qué...?
Cada vez más y más cerca. Un poderoso rugido desgarró el silencio de la tarde.
Tras esto el silencio reinó de nuevo, siendo interrumpido únicamente por las fuertes pisadas que resonaban cada vez más cercanas.
Hasta que la pared voló en pedazos y una enorme bestia irrumpió en la sala de entrenamientos.
El pánico cundió entre los alumnos que empezaron a correr desesperados mientras Io permanecía estática, quieta, sin mover ni un músculo. Tantas pisadas, tantos gritos. Se sentía demasiado confundida y estaba completamente desorientada.
Pidió ayuda pero nadie se paró a socorrerla. Estaban demasiado ocupados huyendo del monstruo que gruñía enfurecido y ofuscado por los gritos de terror.La bestia se volvió hacía el único cuerpo que permanecía quieto y corrió hacía ella como si fuera a embestirla. Pero se detuvo a unos milimetros de ella y le rugió en la cara.
Io podía sentir la respiración agitada de la bestia sobre ella y su fino oido era capaz de captar las pulsaciones demasiado agitadas de su corazón.
¿Y si intentaba calmarlo?
Alzó muy lentamente la mano hacia la criatura. Esta gruñó e Io apartó un poco la mano, temerosa. Pero volvió a acercarla hasta rozar el hocico del animal.
Los gruñidos fueron cesando y la bestia se dejó acariciar. Su pelaje era aspero y espeso, palpando poco a poco detectó dos enormes colmillos de al menos 30 centímetros de largo. Al tener la mano cerca de las fauces del animal este sacó la lengua y se la lamió.
La joven ciega rio ante la repentina simpatía de la bestia y rascó su cuello enérgicamente.
Tras unos brebes sonidos guturales sintió como la críatura menguaba entre sus brazos.
No veía nada así que no sabía muy bien que había pasado hasta que escuchó una vocecita a sus pies.
-¡Shu shu banna!
-¿Eh?
Io se agachó y un animalillo similar a una ardilla se subió a su hombro. El pequeño restregó su cabeza contra la mejilla de Io y ronroneó.
La chica soltó una nueva carcajada y agarró al animalito en brazos.
-Hola pequeñin-dijo alegremente.-¿Tienes nombre?
-Gnaaar gada!
-¿Te llamas Gnar?
El bichito asintió alargando las patitas hacía Io y agitandolas cómo si quisiera un abrazo y esta se lo concedió.
La monotonía se había roto e Io había hecho un nuevo amigo, aquel día pintaba bien.***
-Deberías dormir...no tienes muy buena cara.-le dijo preocupado.
Sus iris púrpura no se despegaban del mural que ante ella se alzaba.
Con unas profundas ojeras provocadas por la falta de sueño, la soberana revisaba palmo a palmo cada centímetro del fresco. Sin que se le escapara ni un sólo detalle.
Había estado estudiando minuciosamente la milicia jonia que se dirigía hacía la gran torre. Ningún rostro y un número indefinido de guerreros.
Flotó hacía la torre oscura y cómo llevaba haciendo desde hacía varias noches la examinó de arriba a abajo.
-Zed...creo que esta torre está en Noxus...
-¿En Noxus dices?
La peliblanca asintió.
-No se porqué, pero creo que este mural y mis pesadillas están relacionados de algún modo. Todo es muy extraño, no entiendo nada de lo que está pasando últimamente, todo está cambiando y al mismo tiempo todo parece parte de un rompecabezas en el que las piezas se van uniendo. Primero mis sueños, luego este mural...no estoy segura, pero me atrevería a asegurar que lo que ocurrió en el primer sueño pasa aquí. -le explicó señalando la esfera negra que coronaba la torre. -justo ahí.
Lo que Syndra decía tenía sentido. Según la descripción que ella le dío de la pesadilla, se encontraban en un lugar cargado de magia oscura descontrolada, la posibilidad de que aquél suceso se produjera allí arriba era más que probable.
-Sí, creo que tienes razón. -dijo acercándose a ella y estirándose pará alcanzar el brazo de Syndra y tirar de este atrayendola hacía el para acto seguido estrecharla entre sus brazos.-pero porfavor, no pensemos en eso. No es algo agradable, teniendo en cuenta de que tu pesadilla tiene todas las papeletas de volverse una realidad.-murmuró con un ligero pero notorio rastro de temor en su grave voz.
Una chispa de pánico recorrió la espalda de Syndra. No quería admitirlo ni mucho menos aceptarlo, pero lo que Zed acababa de decir bien podía ser verdad.
-Z-Zed...vuelve a tu orden...no vuelvas a acercarte nunca a mí...
-No voy a hacerlo Syndra...
-Si te quedas conmigo...si mi pesadilla se cumple...no Zed debes alejarte de mi antes de que sea demasiado tarde.
El maestro de las sombras tomó a la soberana por las mejillas y la hizo mirarlo a los ojos.
-Por mucho que me alejara de ti, si es mi destino morir consumido por la oscuridad así será, aunque me marchara muy lejos mi futuro no va a cambiar Syndra...así que, ¿para qué alejarme de ti? ¿No sería mejor disfrutar junto a tí hasta el final?
-Oh, Zed...HOLA BEBES! Perdón por haber tardado tanto, pero es que estoy de vacaciones ;-; dejadme disfrutar del verano bitchez!
Bueno, se avecina salseo salseante ah...GNAR GADAAA!
.
Buenas noches/tardes/mañanas/medio dias y espero que os guste ❤
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La Soberana. [Zed x Syndra]
FanficLa oscuridad no es sinónimo de maldad. La gente no suele saber diferenciar entre ambos términos, y Syndra nunca entendió muy bien por que. Ella conocía bien el significado de las dos palabras y sabía que no había ninguna relación entre ellas. Ella e...