4.Hermano

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-Nicole, necesito este trabajo, no creo que se pueda repetir-

Después de aquello me levanté y me vestí, le recomendé hacer lo mismo a Nicole.

Justo cuando terminé de vestirme, me dirigí a la puerta y salí. Cruzando el pasillo me encontré con el hermano de Nicole.

-Ven un momento- me dijo mientras me agarraba del brazo y me metía a la fuerza en una de las habitaciones. Cerró la puerta y me pegó contra la pared.

-Oye tio, ni se te ocurra tocarle un pelo a Nicole, ¿entiendes?-

-Oye, oye, tranquilo. me gustan los chicos- le dije mientras levantaba las manos.

-Los...chicos?- me respondió confuso.

-Sí soy gay- le mentí.

Rápidamente noté cómo sus facciones de la cara se relajaban.

-¿Entonces esto es por mí?- me decía mientras me agarraba la polla.

Oh mierda, ya estoy duro de nuevo.

Mi cuerpo se relajó y me dejé tocar. Seguía con ganas de más.

-Eres mi tipo. ¿Sabías? Desde el día que te vi por primera vez, sabía que esto pasaría- Susurraba mientras nuestros cuerpos se pegaban uno al otro.

Para cuando quise darme cuenta, alguien volvió a interrumpir. Era Alexandre llamando a la puerta.

Directamente me senté lo más tranquilo en la silla de su escritorio y comencé a escribir mi rutina de gimnasio. no se me ocurrió otra cosa.

De un momento a otro, Alexandre abrió la puerta y nuestras miradas se cruzaron. Su mirada era confusa durante unos instantes, probablemente no me esperaba ahí.

Alexandre- ¿Qué haces aquí, Mat?- me preguntó sin rodeos.

Le paso mi rutina de gimnasio a su hijo le respondí lo más neutral posible.
Puedo ver tu rutina? Preguntó  mientras se acercaba a mi.
Asentí y terminé de escribirla.
Se quedó escasos segundos ojeando mi rutina hasta que finalmente asintió.
-Tenemos la misma rutina. Entrenas en un gimnasio público?- Me preguntó mientras me tendía la rutina.
Sí respondí al instante.
Tenemos un gimnasio aquí también, si algún día te apetece entrenar después de darle clases a Nicole, siéntete libre de entrenar aquí.
Parecía que todo lo que le dije coló, ya que asintió y salió de la habitación. Después de que Alexandre saliese por aquella puerta, me levanté y me dirigí a Sebastián.

-No podemos hacer esto, tengo que conservar este trabajo, además creo que le voy cayendo bien a tus padres -.

Al pararme a pensar, casi tengo sexo con los hijos de banda enemiga, esto llega a salir a la luz y como poco me torturan.

Al salir de la habitación, Observé a Alexandre a lo lejos, entrando en una habitación. Este podría ser mi momento para investigar.

Aproveché, y recordando los planos que me habían proporcionado, opté por alejarme de la entrada y busqué una de las puertas que aparecían marcadas como importante en los planos.

Mierda, estaba cerrada con llave.

Decidí probar con otra puerta que se encontraba al lado de un baño. lo recordaba bastante bien. Aquella puerta se encontraba abierta. Miré a mis alrededores en busca de alguna cámara y  no encontré nada. Me dispuse a entrar, al entrar pude ver muchísimas estanterías. Era una biblioteca inmensa. había como 20 estanterías a cada lado que debían de medir como poco dos metros y medio. En total eran 40. Qué locura, pensé.

Una familia de multimillonarios, para qué quiere tantos libros me pregunté confuso.
Era una biblioteca enorme, había hasta carteles que señalizaban los géneros de los libros. Me acerqué a la zona de terror, ya que es mi género favorito.
Empecé a ver muchos libros de Stephen King, esos libros me encantaban. Además, aquellos eran originales. Debieron de comprarse los personalmente.
Me acerqué a una estantería y agarré uno de los libros.
Suavemente pasaba mis dedos por la cubierta de aquella obra.
Se conservan muy bien esos libros, ya que visualmente se veían antiguos, pero al tacto era como si estuvieran nuevos.
Aquellos libros estaban muy bien conservados.
Lo abrí y pasé las páginas poco a poco.
Poco tiempo después, me percaté de que tenían anotaciones a los costados de las páginas.
¿Quién debió de escribirlo? Me pregunté rápidamente. Seguí paseando por los pasillos hasta que llegué a la sección de BL.
Me puse a ojear varios mangas y algún que otro libro, hasta que me percaté de que tenía a alguien a mí lado.
-No sabía que eras de esos- dijo una voz grave a mí lado.
Al levantar la vista veo a Alexandre apoyado en la estantería mirándome fijamente.
-¿Tiene algo de malo que me gusten los hombres?- le dije sin rodeos.
-Para nada, simplemente no me lo esperaba.
Di por terminada nuestra conversación y coloqué de nuevo el manga que tenía en la manos en la estantería.
-Perdona, tenía curiosidad y entré. No va a volver a pasar-dije mientras me daba la vuelta para irme.
De la nada una mano me agarró el brazo, Alexandre me estaba deteniendo.
-Espera- dijo con su voz ronca. Sinceramente me estaba acostumbrando ya a su voz.
Alexandre me acercó a él, y mientras estábamos a escasos centímetros uno del otro, me dijo:
-Entra cuando quieras- me susurró.
Después de aquello, se dió media vuelta y se fue.
Me quedé perplejo, no me esperaba esa reacción de él. ¿Parece que se estaba ablandando conmigo? pensé.
Tenía que intentar ganarme su confianza. Fuese como fuese.
Creo que es hora de estrenar su gimnasio, pensé.

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⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

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