A la mañana siguiente me encargué de suministrarle los medicamentos a Kai, el médico se apareció para hacerle un chequeo breve y estar al tanto de su condición, pues no queríamos que volviera a ocurrir lo de la vez pasada.Era algo que debíamos evitar, había que tener en cuenta el hecho de que el alfa es el heredero del Norte, que esté indispuesto de ese modo podría ser tomado como una debilidad, tenía que recuperarse lo antes posible.
Al medio día tuvimos que bajar al comedor para comer con los padres de mi pareja, algunos guardias lo ayudaron a llegar hasta dicho sitio.
En todo momento lo ayudé pero no era suficiente, al final tuve que requerir de la ayuda de esos soldados, al instante en el que nos ubicamos en el comedor me sentí muy incómodo.
Y otra vez fue por la constante mirada de Dekly, su esposa también me observaba a mí y luego a él. Suspiraba y desviaba la vista con tristeza, no era muy notoria pero pude descifrarla.
Me pregunté si el alfa también podía darse cuenta, de algún modo intuí que sí, pero que no le daba importancia, la pareja apenas y hablaban entre sí, no eran como Kai y yo.
De hecho estaba consciente de que no todas las parejas eran iguales, cada una tenía una forma distinta de ser, aún así, sabía a la perfección que ambos evitaban hablar a menos que fuese sobre algo importante.
Ya sea sobre la manada o su hijo.
Era claro que el ambiente estaba tenso, aunque yo estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, pues en el Oeste se podía sentir la misma tensión cuando nos uníamos toda la familia.
Agarré la copa con agua y comencé a beber buscando tranquilizarme para que no se dieran cuenta de mi incomodidad.
—¿Puedes dejar de ver tanto a mi omega?— soltó de pronto el pelinegro dejándome consternado, al momento me atoré con el agua que estaba bebiendo.
Comencé a toser por lo repentino que había sido, una vergüenza infinita me carcomió. Es que enserio no podía creer que acabase de decir aquello, parecía ser un hombre muy imprudente o quizás demasiado directo.
Todos me dedicaron una mirada significativa, su madre me vio con pena, su padre con interés y Kai con preocupación.
—¿Estás bien?— iba a extenderme un pañuelo pero Dekly fue más rápido.
Lo acepté para no ser grosero, el pelinegro encarnó una ceja luciendo confundido pero también ofendido. Me sequé la boca viéndolos a todos con vergüenza.
La mujer levantó su copa y bebió un poco de vino, por alguna razón en particular me recordó a mi madre, no se parecían en nada físicamente, de hecho eran tan opuestas.
Aún así había algo en lo que sí eran parecidas. Ambas estaban atrapadas en un matrimonio en el cual eran infelices y miserables. Apenas y conocía a Seiri pero era muy obvio que su situación era tan mala como la de mi mamá.
Con la diferencia de que Dekly no parecía un cabrón como Levi.
¿Entonces a qué se debe su desdicha?
Antes de darme cuenta ya había terminado de limpiarme, el pelinegro inmediatamente me arrebató el pañuelo y se lo lanzó a su padre de una forma poco amable.
Me permití olvidarme de su estado un segundo y le di un codazo en la costilla de forma disimulada para no llamar la atención, Kai apretó los labios e hizo lo posible por no hacer una mueca, sonrió forzadamente.
Me vio enseguida con reproche pero no esperó que le dedicase una mirada llena de advertencia para que se comportara y no me haga pasar más vergüenza ni momentos incómodos.
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ENAMORADO DEL ALFA KAI [ Libro 1 ] ©
Любовные романыLiam es un omega que siente desprecio por todos los alfas que lo rodean, debido a que a lo largo de su vida presenció lo peor de ellos al crecer en un lugar donde su raza era considerada la más débil. Siendo sometidos de ese modo a todo tipo de malt...