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Diciembre 20

Una semana había pasado desde el intenso beso entre Riley y Valentina, un momento que había dejado huella en ambas y que, de alguna manera, había alterado el ambiente en su círculo cercano de amigos. La vida seguía su curso, pero Riley notaba un cambio en la dinámica de sus relaciones. Sin embargo, lo último en lo que pensaba en ese momento era en ayudar a Lisha con sus propios sentimientos, hasta que recibió una llamada inesperada.

Era una tarde tranquila cuando Riley estaba en casa, descansando y revisando algunos correos, cuando su teléfono sonó. El número desconocido no le era familiar, pero al ver que era de Lisha, decidió contestar.

Hola, Riley. Soy Lisha. ¿Tienes un momento para hablar? —dijo la voz al otro lado de la línea.

Riley frunció el ceño, sintiendo curiosidad. —Claro, ¿qué sucede?

Me gustaría pedirte un favor. ¿Podemos encontrarnos en el parque cerca del edificio? —Lisha sonaba un poco nerviosa.

Riley accedió de inmediato y, poco después, se encontró en el parque, en uno de los bancos habituales donde solían sentarse para hablar. El sol estaba en su punto más alto, y el aire fresco de la tarde brindaba un alivio agradable. Riley observó mientras Lisha llegaba, con una expresión que mezcla nerviosismo y determinación.

Hola, Riley —saludó Lisha, tomando asiento junto a ella. Sus manos estaban ligeramente temblorosas, y Riley notó que estaba tratando de mantener una postura tranquila.

Hola, Lisha. ¿Todo bien? —preguntó Riley, percibiendo que algo estaba pesando sobre su amiga.

Lisha asintió, pero la ansiedad en su rostro no desapareció. —Sí, todo está bien. Solo... necesitaba hablar contigo sobre algo importante. Es sobre Megg.

Riley se inclinó hacia adelante, interesada. —¿Sobre Megg? ¿Qué pasa con ella?

Bueno, —empezó Lisha, su voz vacilando—, como sabes, he estado pensando mucho en Megg últimamente. Me gusta mucho, y me gustaría invitarla a salir. Pero no estoy segura de cómo hacerlo. Pensé que tal vez podrías ayudarme a encontrar una manera adecuada de hacerlo.

Riley sonrió, notando la seriedad en la voz de Lisha. —Claro, puedo ayudarte con eso. ¿Qué tienes en mente?

Lisha tomó un respiro profundo antes de hablar. —He pensado en invitarla a salir un día, tal vez a un lugar donde podamos hablar y conocernos mejor. Pero no quiero que sea algo incómodo o forzado. Y tampoco quiero hacer que se sienta presionada.

Riley asintió, considerando las palabras de Lisha. —Entiendo. Entonces, ¿Qué tal si comenzamos por planear una cita casual? Un lugar donde puedan disfrutar de una conversación tranquila y relajada. Tal vez un café o un paseo por el parque. ¿Qué piensas?

Lisha asintió lentamente. —Sí, eso suena bien. Pero aún no estoy segura de cómo invitarla. No quiero que se sienta incómoda o que piense que estoy presionándola.

Riley pensó por un momento antes de responder. —Podrías simplemente ser honesta. Dile que disfrutas pasar tiempo con ella y que te gustaría conocerla mejor fuera del entorno habitual. A veces, ser directo y sincero es la mejor manera de hacerlo.

Lisha parecía reflexionar sobre el consejo de Riley. —Eso tiene sentido. Pero me siento tan nerviosa. ¿Qué pasa si ella no se siente de la misma manera?

Riley le ofreció una sonrisa alentadora. —Entiendo que te sientas nerviosa, pero recuerda que lo más importante es ser tú misma. Megg ya sabe que te gusta; solo necesitas dar el siguiente paso. Y si no sale como esperas, al menos habrás sido honesta contigo misma.

Rivales (Riley x Valentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora