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Octubre 27

Riley estaba muy confundida de todo, viendo como Valentina solo parecía estar enojada con algo o alguien. La rubia sentía que algo estaba mal con ella pero no pudo pensar más ya que escucho la puerta de la parte de adelante se cerró fuertemente, recordando que ella también debía bajar.  

Al bajarse del auto, la pequeña Sofía salió corriendo de la casa hacia Riley con una gran sonrisa. Sus rizos oscuros rebotaban mientras se acercaba, y sus ojos brillaban de emoción. Sin darle tiempo a reaccionar, Sofía se lanzó a los brazos de Riley, abrazándola con fuerza.

Mira quién finalmente vino a visitarme —dijo Sofía con un puchero, mirándola con ojos grandes y brillantes.

Riley sonrió, agachándose para estar a la altura de la pequeña.

Lo siento, Sofía. He estado ocupada, pero prometo que te visitaré más seguido —respondió Riley, revolviendo el cabello de la niña con cariño.

Mientras tanto, Valentina observaba desde la entrada de la casa, sus emociones mezcladas entre el cariño por su hermana menor y una punzada de celos al ver la conexión inmediata entre Riley y Sofía. Camila, por otro lado, se dirigió a la cocina, anunciando que iba a preparar algo para comer.

Riley, vamos a jugar por favoooor —insistió Sofía, tirando de la mano de Riley y llevándola al jardín trasero.

Valentina, incapaz de resistirse, siguió a las dos, observando cómo Riley y Sofía jugaban en el césped. Riley corría detrás de la pequeña, haciéndola reír con sus payasadas. Valentina no pudo evitar sonreír ante la escena, pero sus sentimientos de celos seguían latentes.

Mientras tanto, Camila, desde la cocina, miraba la escena con una sonrisa traviesa. Decidida a ver hasta dónde llegaban los celos de su hermana, decidió coquetear un poco con Riley. Cuando la comida estuvo lista, llamó a las chicas al interior de la casa.

¡Comida lista! —anunció Camila, mientras Riley y Sofía entraban con las mejillas sonrojadas por la risa y el juego.

Se sentaron a la mesa, y Camila sirvió la comida. Durante la cena, Camila no perdió oportunidad de hacer comentarios coquetos hacia Riley, quien, para diversión de Valentina, le seguía el juego.

Riley, ¿sabes que eres muy buena jugando con niños? Serías una madre increíble algún día —dijo Camila con una sonrisa, guiñándole un ojo a Riley.

Gracias, Camila. ¿Eso es una proposición? —respondió Riley con una risa, devolviendo el guiño.

Sofía frunció el ceño y miró a Camila con desdén.

¡Riley es mía! —exclamó la pequeña, cruzando los brazos—. Yo la quiero solo para mí.

Riley soltó una carcajada, mientras Camila le revolvía el cabello a Sofía.

Tranquila, pequeña. Riley tiene mucho amor para repartir —dijo Camila, pero sus palabras solo parecían alimentar más los celos de Valentina.

Valentina apretó los dientes, tratando de mantener la compostura. Después de la cena, Camila continuó coqueteando, haciendo que Valentina se retorciera en su asiento. Finalmente, no pudo soportarlo más y se levantó abruptamente.

Riley, ¿puedes ayudarme a llevar esto a mi habitación? —preguntó Valentina, señalando un montón de libros y papeles.

Riley asintió, recogiendo las cosas y siguiéndola escaleras arriba. Camila observó con una sonrisa satisfecha, sabiendo exactamente lo que había provocado.

Una vez en la habitación, Valentina cerró la puerta tras ellas, dejando escapar un suspiro. Riley dejó los libros en el escritorio y se giró hacia Valentina, notando la tensión en su postura.

Rivales (Riley x Valentina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora