XXX - TRAIDOR (2/2)

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Ya han pasado 3 horas desde que Axel se fue. Las palabras de aquel chico rondan por mi cabeza y me carcomen la mente con las preguntas sin respuesta.

"─Encontramos al traidor."

Se están refiriendo al hombre que le dio información clasificada a los del clan enemigo, ¿no? ¿Lo capturaron? ¿O solo saben quién es? ¿Cómo lo descubrieron? Eso es bueno, ¿no? ¿Entonces por qué Axel se puso tan serio al oírlo? ¿Es porque es una persona de su clan que lo traicionó? Imagino que ha de ser eso... Creo.

¿Por qué se demora tanto? Estoy aburrido... ¿Será que hay problemas? ¿Habrá escapado?

Suelto un suspiro y me pongo de pie. Me dirijo al patio trasero y salgo, sintiendo el aire frío del invierno envolverme por completo a pesar de la ropa que tengo puesta. Tomo aire y miro a mi alrededor.

─¿Estará todo bien? ─murmura mientras mira a su alrededor en silencio para después de unos minutos, entrar y subir a la habitación de Axel.

Entro y cierro la puerta. Aumento la calefacción, tal como me había explicado Axel. Me quito el pantalón y la sudadera, me acerco al armario de Axel y sacó una camisa negra la cual me pongo; me llegaba hasta los muslos. Desde que la vi, me había gustado.

Me acerco a la cama y me acurruco entre sus sábanas, cerrando los ojos. Desde que he llegado aquí, mi actividad favorita es dormir. Más cuando me siento estresado, confundido o triste. Es satisfactorio acostarse, cerrar los ojos y alejarse de este mundo por un rato.

Pero en estos momentos solo quiero dormir y creer que todo está bien. No me quiero preocupar.

...

Abro mis ojos al escuchar el timbre sonar por tercera vez. Me siento en silencio y bajo de la cama, agarro mis pantalones y me los pongo, dejándome la camisa de Axel puesta mientras regreso la temperatura de la habitación a la usual para después, bajar las escaleras.

─Ya voy ─dice mientras se acerca a la puerta y finalmente la abre.

─¡Oliver! ─gritan los niños al unísono, felices.

─Hola, niños. Pasen ─ríe, dejándolos pasar.

─Oliver, ¿Cómo estás? ─le sonríe un niño mientras todos pasan. Eran 5 niños en total.

─Bien. Bastante bien ─sonriendo mientras los guía a la sala─ ¿quieren algo de tomar?

─¡Jugo! ─responde Olivia.

─¡Sí! ─le sigue otro niño.

─¡Yo también! ─contesta otra niña.

─¡Y yo! ─dicen otros dos.

─Bien, entonces esperen aquí bien sentaditos ─sonríe al verlos asentir animadamente y se va a la cocina.

Saco 5 vasos y les sirvo jugo de naranja para después, colocarlos en una bandeja y regresar a la sala. Al llegar, veo a los niños esperar pacientemente por mí, cosa que me hace sonreír.

─Aquí tienen ─deja la bandeja en la mesa y los niños agarran un vaso cada uno.

─Gracias, Oliver ─dicen con una sonrisa en sus rostros.

─No hay de que ─riendo entre dientes mientras toma asiento frente a ellos.

─Oliver, ¿ya te sientes mejor? ─le pregunta Olivia con curiosidad.

─Sí, ya estoy mejor ─le sonríe─ ¿qué tal ustedes? ¿Saben si en la enfermería general está todo bien?

─Sí, está bien ─responde un niño pequeño, Kai.

Un Secreto En La Sangre (Libro 1 - Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora