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LISA
─Te acostaste con alguien ─ dice Jackson cuando entro, sosteniendo el café que apenas logré conseguir a tiempo esta mañana.
Había olvidado lo que era perderse en una chica. Y sé que nunca me he entregado tanto a alguien como lo hice anoche y esta mañana. Jennie es la sorpresa más inesperada de mi vida.
Sigo esperando encontrar un defecto, pero parece que no puedo encontrar ninguno. Nadie puede ser tan perfecto. No es que quiera meterle mala suerte. Tampoco quiero descubrir que está casada o algo así. Así que estoy cerca de hacer lo impensable, porque ella me tiene la cabeza hecha un lío.
─Tal vez ─ le digo, sonriendo con satisfacción cuando gruñe.
─ ¿La Reina de Hielo se quedó contigo pero no conmigo? ─ pregunta mientras me dejo caer en la silla de mi escritorio y saco las bases de datos que necesito.
─Te vuelve loco que no se comiera tus encantos ─ le digo.
─Hay una razón por la que soy la cara de este departamento, y no es porque sea el más guapo, aunque ambos sabemos que lo soy. El punto es que las chicas me adoran. Mujeres, madres, hijas, tías, hermanas, sobrinas... Metemos la pata, y yo lo explico con una sonrisa encantadora y una actitud de 'aww, caramba', a la vez que añado un profundo sentimiento de remordimiento. Todo y cualquier cosa será perdonado si tienes la cara adecuada. Es la verdad. Los humanos somos superficiales, todos. Discúlpame por encontrar un poco sospechoso que ella literalmente tuviera cero interés en mí, sin embargo, se da la vuelta y se acuesta contigo.
─Creo que Lisa está mucho más buena que tú ─ dice Somi, poniéndose a mi lado mientras Jackson le frunce el ceño. ─Y a pesar de lo que piensas, no todas las mujeres somos tan superficiales. La mayoría encontramos atractivo a alguien si tiene las cualidades adecuadas.
─Mentira ─ se mofa Jackson. ─He investigado mucho sobre el tema. No hablo por hablar.
Pongo los ojos en blanco mientras siguen discutiendo, y comienzo mi búsqueda. No hay certificado de matrimonio. Ni divorcio. Ni hijos, aunque no me importa, pero me gustaría saberlo. Ni... parientes vivos... Mierda.
¿Ninguno? ¿No tiene a nadie? Ya sé que no tiene redes sociales personales. Sólo sus perfiles de negocios, aunque no hay mención de su pareja en ninguno de ellos.
No investigo más que eso. Siento que ya he invadido bastante su privacidad. El resto son cosas que me contará cuando esté preparada, como el accidente de auto que la dejó marcada.
Debió de ser un accidente grave, porque tiene una cicatriz desde la cadera izquierda hasta el pecho derecho. Tiene otra en el costado derecho, irregular y grande. Son viejas. Me di cuenta al verlas.
Debería haberle enseñado mis cicatrices, pero estuve demasiado ocupada explorando su cuerpo el resto de la noche como para darle tiempo a explorar el mío. Cada vez que lo intentaba, perdía el control, sentir sus manos sobre mí parecía convertirme de nuevo en una adolescente cachonda.
