Rara vez nos sentimos orgullosos cuando estamos solos.
-Voltaire
LISA
Somi se sobresalta cuando abro de golpe la puerta de su habitación. Se quita los auriculares y se toca el pecho con la mano libre.
─ ¡Por el amor de Dios! No asustes así a alguien cuando hay un asesino en serie literalmente en nuestro patio trasero.
─O viviendo a unas cabañas más abajo, ¿ no? ─ Pregunto secamente, aunque mi tono de voz es un poco cortante, lo que hace que todo su cuerpo se ponga rígido.
Ni siquiera tiene que decirlo, pero quiero oírlo.
─ ¿Lo sabías? ─ Le pregunto en voz baja, con un tono lleno de incredulidad y dolor.
Todo me duele ahora mismo, aunque lucho contra la avalancha de emociones. En esta unidad, te entrenan para que no muestres emociones a toda costa. Nunca me había resultado tan difícil como hoy.
Sus labios se mueven durante varios segundos antes de que empiecen a salir palabras.
─Lisa, lo siento, pero...
─ ¡Lo sabías! ─ grito acusadora, mientras golpeo la pared con el puño y todo mi cuerpo se estremece en busca de una bocanada de aire que no parezca estar forrada de plomo.
─ ¡Lisa! ─ grita, yo me doy la vuelta y la miro, recuperando lentamente la calma. ─Escucha. Era complicado, y ella...
─ Se acabó, Somi. Tú y yo. Se acabó, joder, ─ digo como una promesa rota.
Las lágrimas brotan inmediatamente de sus ojos.
─ ¿Lo dices en serio? ─ Tiene el valor de preguntarlo con incredulidad en su tono.
─Sí. No puedo ser amiga de alguien capaz de ver cómo me enamoro de alguien así y no decirme la verdad.
Sus ojos se entrecierran y sus labios tiemblan. ─ ¿Alguien así? ¿Alguien que mataría o moriría por mantenerte a salvo? ¿Alguien que te amaba tanto que estuvo a punto de renunciar a su venganza?
─ ¿ Su venganza? ─ pregunto con amargura, sacudiendo la cabeza mientras me doy la vuelta y me alejo. ─ ¡No es su puta venganza!
Doy un portazo y me dirijo a la puerta de al lado, donde Bambam casi se cae de la silla cuando irrumpo. ─ ¡Mierda! Tranquila, Lisa. Estoy buscando más información sobre Jenn....
Sus palabras mueren cuando ve mi cara. ─Oh, mierda, ─ dice con una exhalación.
─Sí, ─ digo, dejándome caer en una silla y tomando la botella de whisky que tiene guardada en su mochila. ─Ella lo admitió.
─ ¿Ella qué? ─ pregunta sorprendido.
─Básicamente lo ha admitido. No pude quedarme para una confesión completa.
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Justicia Divina - Jenlisa | G!P
CasualeAdaptación por © 90sjnn Traducción realizada por © 90sjnn Los créditos pertenecen al autor original. No poseo la trama, ni los personajes.