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Quienes no demuestran su amor no aman.
-William Shakespeare
LISA
Hay una nota en la puerta cuando llego, y la arranco, sacudiendo la cabeza mientras la leo. Meto la nota en mi bolsillo y entro sin llamar.
Me encuentro al hombre en la habitación del fondo, con la salud deteriorada. Se encuentra postrado en una cama de hospital, con los monitores y las vías conectadas a él, probablemente para calmar el dolor lo suficiente como para mantenerlo consciente.
Sus ojos están hundidos cuando me ve, y acerco una silla, mirándolo fijamente. El tubo que tiene en la boca le impedirá hablar, pero hay otras formas de obtener respuestas. Al fin y al cabo, soy perfiladora. Las microexpresiones son mi especialidad.
─Es gracioso cómo incluso ahora Jennie puede sorprenderme ─ digo en voz baja.
Él parece confundido, y yo sonrío, consciente de que él no sabe quién es Jennie.
─ Un psicópata con tendencias narcisistas ─ digo en un suspiro. ─Ese debería haber sido el perfil. Un psicópata puede fingir empatía. Puede imitar el arrepentimiento, el remordimiento o incluso el dolor emocional. Puede incluso llegar a ser un actor verosímil en su vida bien llevada. Esto los hace muy difíciles de encontrar, para ser honesta. No siempre sabes que tu vecino es un psicópata.
Hago un gesto alrededor de la casa de aspecto aparentemente inocente en la que vive.
─Tardé en darme cuenta, pero cuando lo hice, todas las piezas encajaron. La madre de Ruby era hermosa, si es que las fotos le han hecho justicia ─ digo, inclinándome mientras estudio sus ojos.
La máquina que monitoriza su corazón emite un pitido un poco más rápido al mencionar a Jasmine Kim.
─Era igual de hermosa cuando murió en aquel accidente de auto que cuando estaba en la secundaria. Es raro que nunca se me ocurriera investigar su pasado. Después de todo, todas las mujeres que murieron eran muy parecidas a ella cuando asistía al instituto, a excepción de Rebecca Cannon. Pero ella murió por un propósito diferente. Alguien necesitaba que el sheriff estuviera cegado por la rabia, dispuesto a hundir a quien fuera para castigarlo.
Me reclino, estudiando su rostro cuando sus ojos se entrecierran. El monitor pita un poco más rápido.
─Su novio del instituto aparecía con ella en una de las fotos de la graduación. No puedo creer que nunca lo supiera. Pero en aquel momento estaba distraída con otro asesino. Resulta que dicho asesino resultó ser la chica que amo y un tipo conocido como Félix Lee.
Su monitor empieza a pitar mucho más rápido mientras sus ojos se iluminan por la sorpresa.
─Ruby Kim no murió esa noche. Félix ayudó a salvarle la vida.
De nuevo, el monitor se vuelve loco, pitando aún más rápido.
─Era hermosa, como su madre, y es sorprendente que Félix -alguien que apreciaba tanto la belleza masculina como la femenina- nunca la viera como algo más que una hermana. Pero él amaba a su hermano. Odiaba a todo aquel que hubiera contribuido a crear el puto lío que acabó con el amor de su vida.
