No impongas a los demás lo que tú mismo no deseas.
-Confucio
JENNIE
La puerta se abre de golpe, y observo a través de las rendijas de madera del armario como el sheriff entra pisando fuerte, cerrando la puerta de un portazo, furioso. Toma un vaso vacío de la mesa que hay junto a su sillón y lo lanza por la habitación. Se hace añicos contra la pared mientras él ruge como una bestia enfurecida.
Durante unos largos minutos, su cabeza permanece colgando, su pecho sube y baja, y se aferra a los lados del sillón para mantenerse en pie. Siempre finge una buena fachada, pero es tan mortal como el resto de nosotros.
Sonrío cuando, como era de esperar, se dirige al bar que hay en la sala de estar, abre la puerta y saca una botella de whisky. Le tiemblan las manos cuando se sirve un vaso y se lo bebe de un trago.
Cada vez que la presión aumenta, el sheriff necesita beber. Pero no puede dejar que sus subordinados lo vean con una Biblia en una mano y un vaso de whisky en la otra. Él puede condenar a inocentes a una muerte espantosa, pero ser tan débil como para necesitar un trago es simplemente imperdonable. Por no decir vergonzoso.
Pondría los ojos en blanco, pero estoy ocupada mirando cómo se despoja de su pistola y la deja junto a la puerta.
Por fin.
─ Pagarán por esto ─ grita el sheriff, mirándonos a mi hermano y a mí mientras nos sacan a la fuerza del tribunal.
─ ¡Él estaba con nosotros! ─ vuelvo a gritar, mirando desesperadamente al jurado mientras continúan forcejeando para sacarme de allí. ─ ¡Están ocultando la verdad! ¡Están suprimiendo pruebas! ¡Esto no es más que una puta caza de brujas, y están incriminando a mi padre!
─ ¡¡Sólo hagan que les enseñen nuestras declaraciones!! ─ protesta mi hermano cuando por fin nos sacan de allí.
En cuanto las puertas se cierran, vuelven a abrirse y el sheriff sale a toda prisa. Nos esposan, pero no pueden retenernos mucho tiempo. Está grabado. Hemos cometido desacato al tribunal y nada más.
─Pónganlos en una celda hasta que esto termine. No pienso volver a tratar con ellos hasta que sea necesario, ─ ladra el sheriff. Entonces esos ojos fríos se dirigen a nosotros. ─Estás haciendo un trato con el diablo al traicionar las almas de los inocentes. Tu padre es culpable. Y me aseguraré de que lo cuelguen por sus pecados.
Comienza a caminar hacia el interior cuando empezamos a exigir que nos suelten. El sheriff se gira justo cuando doblamos la esquina, y me mira.
─ Tenía la esperanza de que vieras al diablo que amabas con ojos más claros, pero supongo que nunca lo hiciste y nunca lo harás.
Espero pacientemente, observándolo en silencio mientras se termina otro vaso. Sus ojos se desvían hacia algo que hay cerca del sofá, y ladea la cabeza mientras estudia ese objeto que no puedo ver desde este ángulo.
ESTÁS LEYENDO
Justicia Divina - Jenlisa | G!P
RandomAdaptación por © 90sjnn Traducción realizada por © 90sjnn Los créditos pertenecen al autor original. No poseo la trama, ni los personajes.