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Tres años después...
LISA
Jennie se ríe junto a Somi mientras leen la última carta de Laurel. Irene Bae envía todas las cartas de Laurel a Olivia. Y Olivia las envía a una casa en Grecia que Jennie posee, pero nunca nos quedamos allí.
Laurel se ha convertido en una joven divertida e ingeniosa que ha conseguido dejar atrás su pasado y seguir adelante. Irene le ha dado todas las herramientas para hacerlo, y finalmente ella misma ha seguido adelante en su afán por salvar a Laurel.
Su exmarido se suicidó hace poco más de dos años. Jennie y Félix sacaron el champán para celebrarlo, ya que al parecer ellos lo habían llevado a eso.
Olivia también les escribe, hablándoles de Cheyenne y Alyssa, que aún viven con ella. Nadie sospechó de Olivia después de que yo disparara una ráfaga de balas a Christopher Lee. Sunmi se marchó para vivir más cerca de su hijo. Él le compró una casa, y ella por fin puede disfrutar de su vida sin que el pasado se cierna sobre ella como una sombra abrumadora. Ella cree que Jennie murió en esa explosión, y Jennie dice que es mejor que así lo crea.
De vez en cuando, miro cómo está mi equipo y me pongo en contacto con Bambam a través de un teléfono desechable. Él me asegura que nadie de nuestro equipo me está buscando. La mayoría piensa que me he vuelto loca. Él es el único que sabe la verdad.
Dice que Jackson está contento de ser oficialmente la cara más bonita de la unidad. Pero sé que lo que hice todavía les pesa a todos, porque les preocupa que algún día les pueda pasar a ellos. Simplemente no entienden lo improbable que eso es. Y no es como si pudiera decírselos.
Félix baja las escaleras solo con una toalla. Me gustaría no compartir casa con él y Somi, pero esta casa es enorme, y nunca separaría a Jennie de su mejor amigo después de todo lo que han pasado.
Además, duermo tranquila por las noches, mejor que nunca. Nuestra casa es el lugar más peligroso del mundo para intentar entrar a robar, debido a que somos nosotros cuatro. Un chico baja las escaleras, también con una toalla, y Somi le silba mientras se levanta y se pasea desde el comedor, con el pelo despeinado y la ropa desarreglada.
─Me alegro de que por fin hayan terminado. No podía hacer otra ronda ─ ella le dice a Félix mientras él la atrae hacia sí, mordisqueándole los labios con los dientes mientras sonríe.
─Todavía tienes que hacer otra ronda conmigo esta noche ─ le dice. ─Y la semana que viene, tú eliges quién se une a nosotros.
Ella sonríe como si le acabara de hacer un regalo de Navidad. Personalmente, no lo entiendo. Yo mataría a alguien si tocara a Jennie, y no hay duda de que ella haría pedazos a alguien si me tocara.
Literalmente.
Aunque ellos nunca se engañarían el uno al otro, incluyen a individuos selectos en su dormitorio de vez en cuando.
