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Día siguiente

Me desperté con un poco de molestia por la resaca. El reloj marcaba las 11:30am. Podría seguir durmiendo más pero Mingyu no me deja... supongo que volvió a cocinar y en realidad es que huele muy delicioso.

¿Entonces no se fue?!... que alivio.

Me levanté de la cama, fui al baño, lavé mis dientes y mi cara. Tomé una camiseta que estaba enganchada de la puerta. Hm... ¿acaso bajé de peso?, se siente más grande de lo usual. Me miré al espejo, miré mi cara y mis clavículas. ¿Si rebaje?. . . Es cómoda.

Bajé para encontrarme a Mingyu servir una sopa de una manera muy atractiva.

Mingyu. . .

— Hyung -sonrió grandemente-

Era lo que me gustaba de él. Podría estar pasando por cualquier situación de mierda en su vida, pero siempre traía una sonrisa.

Te hice sopa, dicen que es bueno para la resaca y-

— Pensé que te irías por... cómo actué ayer -dije con un poco de miedo-

¿Porque me iría?, no tengo razón para hacerlo -sonrió- Por cierto, en cuanto eso . . . -

— No te preocupes, queda olvidado -sonreí y me senté-

Oh . . . Si, claro -me ofreció unos palitos y una cuchara- come -sonrió nuevamente-

Probé un poco de caldo de su sopa, me hizo transportarme a un recuerdo cuando era niño.

Mi madre solía hacerme de esta sopa cuando me sentía mal. Su sabor era único, podía sanar un pequeño corazón herido. Gracias a Mingyu pude volver a saborear ese tipo de sentimiento, sentía una alegría pero a la vez extrañaba a mi madre. Entré tanto al recuerdo que no me percaté de que tenía lágrimas en mi rostro.

Era un sentimiento raro, felicidad y tristeza al mismo tipo.

Hyung...

Reaccione al sentir que Mingyu me movió, sentí mis ojos casi hinchados y mi cara era un mar de lágrimas.

Limpie mi nariz con la mano y evite hacer contacto con Mingyu, no quería que me viera de esta manera... sería incómodo.

Lo siento...

Mingyu se sentó frente a mi y limpio mis lágrimas. Inesperadamente me dio un abrazo, el cual se sentía tan cálido y seguro. Comencé a llorar aun más cuando estaba en sus brazos. Tiene un gran pecho, para decir... manche su camisa con lagrimas. Su mano acarició mi cabeza.

Está bien llorar, Won -daba palmadas en mi espalda-

En un rato me calmé y salí de su abrazo.

Mi madre solía hacerme de esta sopa, y tu sabor es el que más se acerca al de ella -miré la sopa con alegría-

Oh, Won... perdóname.

— No, gracias a ti pude sentir un alivio. Gracias por hacer esta sopa -continué comiendo-

Te cocinaré esa sopa las veces que quieras y todo lo que se te antoje -revolcó mi pelo- Por cierto ¿que haces con mi camisa?

— ¡jum!. . . -sus palabras repentinas me hicieron ahogar con la sopa-

¿Su camisa?.. ¡Pensé que había bajado de peso!

Entre Olas [Minwon/Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora