De pronto de sentía en el día de su boda.
Kazunari, a reventar con sus nueve meses de embarazo, le arreglaba el cabello con aceite. Tatsuya, con cinco meses, checaba una vez más que su cambio de ropa estuviera impecable. Y Yukio... Él estaba simplemente sentado en la cama, obligado por Kazunari a no participar en actividades riesgosas después de su parto.
Sintió nostalgia. Las manos de Kazunari le peinaban con tanto cuidado como aquel día, Tatsuya quitaba las pelusas de su camisa azul cielo como si de su traje color hueso fuera y Yukio le veía con orgullo, pero le faltaban las amenazantes lágrimas como aquella vez.
Sonrió, amaba a esos chicos.
—¡Ya quedó! —exclamó Kazunari —¿La ropa está lista, Tat-chan?
El mencionado descolgó la prenda, tomó los doblados pantalones y se los entregó a Ryō en las manos.
—Me hubiera gustado vestir rosa, pero algo dentro de mí dice que será un niño.
Ryō le asintió, totalmente de acuerdo y tomó las ropas. La camiseta celeste indicaba que la persona apostaba que el bebé sería hombre, mientras que la rosa, como la que traía puesta Yukio, significaba que sería mujer.
—Bueno, ya sabes lo que dicen, Tatsuya —habló Yukio, recibiendo una mirada de desagrado de parte del esposo Midorima por levantarse tan rápido de la cama, la cual ignoró —. Si la madre dice que es niño, será niño.
—Dices eso, Yuki-chan, pero sigues usando rosa... —se burló Kazunari, quien también vestía de azul. Yukio chasqueó la lengua.
Sin dejarle responder, la puerta de la habitación se abrió de golpe, dejando ver a Kōki vistiendo rosa y a Tetsuya que vestía azul.
—¡Está todo listo! —gritó el castaño —Ah, ¿aun no te has cambiado? ¡Date prisa, debemos empezar con las actividades antes de que anochezca!
Kōki, con su pequeño vientre de cinco meses, tomó el brazo de Ryō y se lo llevó al baño del otro lado de la habitación, dejándole algunas indicaciones a Tetsuya antes de encerrarse juntos.
Él era el organizador del evento. Lo había sido con el embarazo Kise, recientemente con el Midorima y ahora con el Aomine.
—¿Lograste algo, Tetsuya? —él se negó.
—Sigue insistiendo que nos hará nuestra propia revelación, no importa lo que digamos.
Los Kagami no querían un evento para revelar el sexo de su bebé, ellos preferían hacerlo más íntimo, pero el castaño era perseverante. Si estuviera en sus manos, Kōki organizaría su propia revelación de sexo, pero gracias a la insistencia de Kazunari la planeación había pasado a manos de la familia Midorima.
Tetsuya había esperado ser igual de insistente, pero sus intentos parecían en vano. Kōki tenía el poder sobre Midorima, el doctor de todos, y ya había dado la orden de no brindar el resultado del sexo a nadie, ni siquiera a él o a Seijūrō.
¿Cambiar de médico? A sus seis meses era demasiado tarde.
El grupo, tras un suspiro de resignación al verse en manos de la emperatriz Akashi, abandonaron la habitación y se dirigieron al patio de la casa Aomine.
Algo que debían aplaudirle al anterior número 12 era su capacidad de organizar eventos. Ya sea por sus conexiones brindadas por el pelirrojo o su habilidad de ser precavido, los eventos organizados por él eran los más detallados y los mejores.
Una mesa de bocadillos en colores azul y rosa estaba al fondo del patio, siendo lo primero al ver una vez cruzabas la puerta. Arriba de ella estaba un cartel que decía "Girl o boy?", decorado con globos de los dos colores y balones de baloncesto.
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Agosto de MPREG [AoSaku]
Romance31 días para contar la historia de Aomine Daiki y Sakurai Ryo volviéndose padres. Reto de Ilitia Forever en Facebook.