A las afueras del Santuario y las aldeas cercanas, una batalla se estaba desarrollando. Aunque llamarlo batalla sería ser amable.
-¡Maldito!- Gruño un Caballero de Plata con la sangre cayéndole de su frente. Junto con él, había un pelotón de diez soldados con dos Caballeros de Bronce. -¡No los dejaremos llegar al Santuario!-.
-Admiro tu gran valentía y lealtad, pero es inútil sin no tienes la fuerza para respaldarla- exclamo un hombre que estaba cubierto de pies a cabezas por una túnica roja. -Y aquellos que no tienen poder, ¡deben perecer!-.
Extendiendo el brazo derecho que se descubrió y revelo que estaba cubierto por armadura rojiza. De su puño salió una gran bola de electricidad que golpeo al Caballero de Plata. La esfera exploto, liberando relámpagos que golpearon a los Caballeros de Bronce y a los soldados, matándolos a todos al instante.
-Esperaba más resistencia que solo un Caballero de Plata y un par de Bronces con soldados- exclamo el hombre, decepcionado.
-Según la información, Athena no tiene tantos Caballeros como parece. Se estima que tiene menos de 40 Caballeros, sin contar a los que ya han muerto durante las batallas. Ni siquiera tiene completo a los Doce Dorados- dijo otra de las figuras encapuchadas, que también era un hombre, de una estatura mucho mayor que la de los otros.
-Entonces será mucho más fácil llegar al Santuario- dijo una tercera figura encapuchada. -Tenemos ordenes del señor Ares, de atacar el Santuario mientras la Brigada del Khaos y los Dioses que se unieron a él pelean contra la Alianza. Así que no perdamos tiempo y vamos-.
Esos tres hombres encapuchados habían sido seleccionados específicamente para venir a luchar. No había fuerzas que los respaldaran ni Berserkers a su lado, algo que así preferían. Ellos tres irían a luchar.
Ares fue explicito con sus ordenes. Eliminar a cualquier Santo de Athena, incluyendo a los Dorados. Y si tenían la oportunidad, tomar la cabeza de Athena.
-No les será tan fácil como piensan- dijo una nueva voz.
Los tres hombres alzaron la mirada, viendo a una mujer con armadura de color morado y un brillo plateado, cabello verde y una mascara que cubría su rostro, señal de que era una Amazona.
Detrás de ella, había en total siete Caballeros de Plata y Bronce mezclados, con Shaina al mando. Todos con la misión de evitar que estos intrusos se acerquen al Santuario.
-¿Solo tres? Ares nos insulta al enviar a tan pocos comparados con su último ataque- dijo Shaina de Ofiuco, Amazona de Plata Superior de Ofiuco y la líder de todas las Amazonas del Santuario.
-No necesita más para eliminar a gente tan débil como ustedes- dijo el encapuchado que acabo con la anterior fuerza del Santuario. -Pero esperaba que los Caballeros Dorados ya hubieran salido a enfrentarnos, pero veo que dejan a sus lacayos hacer el trabajo. Las cosas han cambiado-.
Aunque a Shaina y los que estaban con ella les intrigo el último comentario, ella lo ignoro, ya que no dejaría pasar una burla hacía los mejores guerreros de su ejercito que también eran amigos personales de ella en mayor o menor medida.
-Los Caballeros Dorados son la última línea de defensa. Ellos no necesitan moverse para enfrentar a alimañas como ustedes- declaro mordazmente la peliverde, descendiendo hasta estar de pie unos metros de sus enemigos. -Pero no te preocupes, yo jugaré contigo-.
-Bastante confiada para una mujer de plata-.
-No subestimes a una persona por su armadura. Puedo sentir que el Cosmos de esta mujer es alto para ser solo de Plata- dijo otro encapuchado.
-Vaya, parece que hay alguien con inteligencia entre las fuerzas de Ares. Estoy impresionada, ya que había escuchado que todos eran unos brutos sedientos de sangre- se burlo Shaina.
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La Leyenda de las Facciones y del Santuario
ParanormalAthena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, incluyendo las tres facciones. Una nueva leyenda comenzará, y Seiya alzara el vuelo con sus alas doradas para ser la flecha que muestre la lu...