Capitulo 12

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Kiki y todo el clan Gremory estaban de pie en la piscina de la academia Kuoh que estaba muy sucia ya que no se ha usado desde el año pasado y no se ha limpiado desde entonces.

-Esto es asqueroso- comento Issei al ver el agua sucia de la piscina.

-¿Por que el Club de Investigación de lo Oculto tiene que limpiar la piscina?- Pregunto Xenovia.

-¿Y por que Kiki-san esta aquí?-.

-Esto originalmente era el trabajo del Consejo Estudiantil, pero lo estamos haciendo este año para pagarles por su ayuda durante el asunto de Kokabiel- respondió Rias.

-Yo me ofrecí a ayudar, ya que la mayoría de destrozos de la batalla fueron a causa mía, así que es lo menos que puedo hacer por las molestias- explico Kiki su presencia.

-Y a cambio de limpiarla, nuestro Club podrá usarla apenas terminemos-.

-¡¿Podremos usarla de inmediato?!- Issei se quedo congelado ante esas palabras.

Usar la piscina significa que podrían usar trajes de baño, por eso la Presidenta les dijo que trajeran algunos para hoy. Eso significa que verá a todas en trajes de baño. La foto que Rias le mando ayer durante el karaoke con sus amigos tenía todo sentido ahora.

-¡Viva la limpieza de la piscina! ¡Hip, hip, hurra!-.

-Tienes una mirada pervertida en el rostro, Issei-Senpai- a Koneko le molestaba cada vez que él tenía esa mirada. No presagiaba algo bueno para las chicas.

Kiki suspiro interiormente. Estos Demonios no eran malvados, pero si muy singulares.

Los chicos fueron a su camerino a cambiarse a la ropa que usan para gimnasia para que la que usan normalmente no se manchen y las chicas hicieron lo mismo.

-Issei- llamo Kiba a su amigo cuando este se quito su polera roja. -Te prometo, no importa quien sea que intente venir a buscarte, que te protegeré- para el rubio, ayudar a su amigo si esta en peligro era lo menos que podía hacer después de que él lo ayudo todo lo posible cuando solo quería venganza.

Pero Issei pensó un poco diferente. -¡¿A que viene eso de repente?!-.

-Es difícil decir esto en presencia de las demás-.

-Gracias, amigo- respondió incomodo. -¿Por que me dice esto? ¿No se suele dirigir estas palabras a las heroínas de la historia?- Entendía que Kiba no lo decía en ese sentido, pero igual era incomodo.

-Me salvaste. No puedo considerarme un Caballero de Gremory si no te regreso el favor-.

-Ustedes cada vez más me impresionan- la voz de Kiki rompió el incomodo ambiente para Issei. -Nunca espere que un Demonio dijera esas cosas llenas de honor- el lemuriano ya se estaba quitando su polera.

Al quitársela, Issei y Yuuto vieron que la complexión física de Kiki era mucho mejor que la de ellos, los músculos que tenían eran bien formados y aun así se veía delgado. Un joven normal de su edad no tendría músculos tan formados... ese pensamiento golpeo el orgullo masculino de Issei.

-Esas heridas...- a las palabras de Kiba, Issei noto que Kiki tenía algunas cicatrices por su torso, no eran grandes, pero si visibles.

-Son de mi entrenamiento para ser Santo Dorado. Los entrenamientos en el Santuario son muy duros hasta casi ser inhumanos, por eso no muchos obtienen armaduras, y el entrenamiento para ser Santo Dorado es más difícil. No es raro para alguien del Santuario tener cicatrices por el entrenamiento- explico Kiki. Aun recuerda como se hizo cada una de ellas, algunas fueron por su imprudencia, eran recordatorios de lo difícil que fue obtener la armadura de su maestro, pero que al final valió la pena.

La Leyenda de las Facciones y del SantuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora