Capitulo 58

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Ambos oponentes se miraban sin pestañear, irradiando auras de poder que hubiera matado a cualquier mortal ordinario de solo estar cerca.

Este combate era todo para Issei.

Toda su frustración por ser débil, sus deseos de ser más fuerte para ayudar a sus amigos y no ser un estorbo, su destino como el Dragón Emperador Rojo.

Todo se materializaba en la forma de esta batalla y de su enemigo.

Rokudo Beelzebub representaba todo a lo que se había enfrentado Issei hasta ahora. Era un Demonio de sangre pura como Raiser, quería conflictos para su entretención sádica como Kokabiel, y era un adicto al combate como Vali.

Pero a su vez, también era todo lo contrario a ellos tres.

Aunque era arrogante, si entreno y llevo al limite sus habilidades como sangre pura, a diferencia de Raiser, aunque quería luchar y matar, no le interesaba una nueva Gran Guerra como a Kokabiel, y era un adicto a las batallas peor que Vali, que solo amenazaba pero en realidad no lastimaba a inocentes.

Por todo lo que su enemigo representaba, es que Issei no podía permitirse perder contra él. Tenía que ganar a toda costa, aunque le costara la vida.

Sin señal, Issei y Rokudo se lanzaron contra el otro, chocando sus puños a medio camino. El choque libero ondas de energía carmesíes y negras de cada lado por el cielo.

Ambos comenzaron a luchar ferozmente en el aire. Por la energía que liberaban al moverse por el aire, parecía como si destellos rojizos con tonos verdes chocara con destellos verde oscuro con tonos negros respectivamente.

Shun observaba como luchaban en el aire, ajenos a él. Había podido ocultar su presencia de Rokudo y ahora estaba asegurándose de llevar al Clan Gremory sanos y salvos a la casa de Issei, de donde fueron teletransportados.

El problema es que no podía llevarlos a todos a la vez, así que estaba llevándolos uno por uno, empezando con los más graves de salud. Hasta ahora se ha llevado a Kiba, Xenovia, Akeno. Ahora se llevara a Irina para seguir con Koneko y a ese ritmo.

Mientras él estaba en eso, Rías miraba con atención la batalla en el aire, algo que era difícil, ya que los dos se movían demasiado rápido para sus ojos. Por un lado, estaba maravillada con Issei, con lo fuerte en que se volvió y lo genial que se veía. Era como uno de esos cuentos de caballeros salvando a la princesa que a ella tanto le encantaba de niña. Por el otro, estaba preocupada por él. Rokudo ha demostrado ser un enemigo poderoso, muy poderoso como para jugar con ellos. Aunque Issei dividió su poder, aun le quedaba mucho sin usar y que apenas estaba sacando.

Issei lanzo un golpe que Rokudo atrapo con su mano izquierda, para que fuera su turno de lanzar un derechazo que Issei atrapo con su mano derecha. Ambos comenzaron un choque de fuerzas donde extendieron tanto como era posible sus alas para no dar su brazo torcer.

Rokudo sonrió de lado, y aprovechando que tenía las manos de su enemigo, movió su cola de escorpión y dirigió la punta a la cabeza de Issei, quien, pudo verla y mover la cabeza a un lado a último segundo, consiguiendo que el aguijón lo pasara de largo, fallando.

-Esa cosa es peligrosa- pensó el castaño, dando un rodillazo al estomago de su enemigo que apenas le afecto, pero fue suficiente para que se liberara y se alejara.

Rokudo estiro el brazo derecha y una gran cantidad de Círculos Mágicos rodearon y cubrieron a Issei por todas las direcciones.

-¡No caeré en eso de nuevo!- Grito Issei. Su guantelete izquierdo emano un brillo dorado desde la parte superior de la muñeca.

[¡Ascalon!]

La hoja de la espada mata-dragones se materializo y se alargo más de lo que era la hoja normal. Issei dio un giro de 360 grados, cortando los Círculos Mágicos que lo rodeaban, para luego hacer un giro de círculo completo en el aire, cortando los Círculos Mágicos que también lo rodeaban de arriba y abajo. Issei retraería la hoja de la espada, solo para lanzar un puñetazo al aire, extendiendo la hoja hacía su enemigo.

La Leyenda de las Facciones y del SantuarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora