Allergy

230 12 6
                                    

Algo rápido, Armando y Hannah en éste One-shot serán estudiantes del bachillerato. También hay temas de inseguridades en Hannah. Esté One-shot está inspirado en la canción Allergy de (G)-IDLE. Dígame si quieren segunda parte.

Conocí a Armando cuando era una niña

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Conocí a Armando cuando era una niña. Mi familia y yo nos mudamos a México cuando tenía 5 años, y la transición fue difícil para mí. El único idioma que hablaba era inglés, ya que nací en Australia. México era un mundo completamente nuevo y extraño para mí, con palabras que apenas entendía y costumbres que no conocía. Un día, mientras jugaba en el parque cerca de nuestra nueva casa, vi a un niño jugando solo, apartado de los demás. Algo en su expresión me llamó la atención, así que, después de dudar un poco, me acerqué con pasos inseguros.

-¿Polque no play con lod otros kids? -le pregunté, tropezando con las palabras en español que aún no dominaba del todo. Estaba segura de que se burlaría de mí por mi mal español, pero para mi sorpresa, no lo hizo.

Armando me miró, con una seriedad inusual para un niño de nuestra edad, y respondió:

-Porque no me aceptan. A veces la gente desprecia a los que no son como ellos.

Me costó entender lo que decía, pero lo intenté.

-I see... -dije en inglés, y luego, recordando lo poco que sabía de español, añadí con esfuerzo-. Yo... quiero jugar contigo.

Él me miró por un momento, como si estuviera evaluando mis palabras, y luego asintió en silencio. Me senté a su lado, y desde ese día, Armando y yo fuimos inseparables.

Al pasar los meses, nos volvimos los mejores amigos. Empezamos a crecer juntos, y cuando entré a la primaria, descubrí que íbamos a la misma escuela. Armando me ayudó a mejorar mi español, con paciencia y una sonrisa que siempre parecía ocultar algo más profundo. Con el tiempo, me contó sobre su vida, cosas que nunca hubiera imaginado: su padre había muerto y su madre estaba en la cárcel. Me dijo que había nacido en prisión. Pensó que, al saber eso, dejaría de hablarle, pero para mí, eso solo hizo que lo admirara más.

Los años pasaron y, cuando llegamos al bachillerato, empecé a sentir cosas por él que iban más allá de la amistad. Sin embargo, mis inseguridades me impedían decírselo. Siempre sentí que no era lo suficientemente buena para él.

Un día, mientras almorzaba con mis amigas Laura y Romina, mis pensamientos sobre Armando me distrajeron tanto que ni siquiera me di cuenta de lo que decían.

-¿Hannah, me estás escuchando? -dijo Laura, sacándome de mis pensamientos-. Hoy has estado más distraída de lo normal.

-Eso es cierto. ¿Todo bien en casa? -preguntó Romina, entre mordiscos de su emparedado. Luego, con una sonrisa astuta, añadió-. ¡Ya sé, piensas en Armando!

Mi corazón dio un vuelco, y sentí que mi rostro se encendía. Laura me miró con sorpresa, mientras Romina se reía.

-No... ¿Romina, de qué hablas? -exclamé, intentando disimular, pero luego, en un susurro, añadí-. ¿Se nota mucho?

One Shots (Armando Aretas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora