El Amuleto

Capitulo 3:

Sofía siguió la dirección de la mirada de Emma y su rostro se ensombreció. Frente a ellas había una gran masa amorfas de color oscuro que se retorcía y ondulaba en el suelo. Era algo que parecía salido de una pesadilla.

-Ese... no debería estar ahí.- Musitó Sofía, la incertidumbre llenando su voz.

Emma se escondió detrás de Sofía muy asustada porque era la primera vez que veía esa 'cosa'.

-¡Pero haz algo!-grito Emma

Sofía se sobresaltó ligeramente por el miedo en la voz de Emma. Se dio cuenta de que la rubia estaba completamente aterrada por la criatura ante ellas.

Tragó saliva y se preparó para confrontar la criatura, pero antes de que pudiera decir algo, la masa oscura se movió inesperadamente y se lanzó hacia ellas.

Sofía empujó a Emma hacia un lado y se apartó del camino de la criatura. La masa oscura pasó entre ellas, casi chocando con un estante cercano.

Sofía se volvió hacia la criatura, manteniendo una distancia prudente. Su mindo estaba lleno de preocupación y desconcierto.

-¿Qué demonios es eso?- Susurró, mirando la masa oscura con cautela.

La rubia buscó su chaqueta con las manos y se dio cuenta de que no la tenía, probablemente la habría dejado en el anterior cuarto.

-Mierda..

Siguio buscando por sus bolsillos hasta encontrar un pequeño mechero turquesa.

Sofía se dio cuenta de que Emma buscaba algo en los bolsillos. Al ver el mechero en su mano, se dio cuenta de lo que planeaba hacer la chica.

-Espera, espera, espera.- Dijo Sofía, extendiendo una mano hacia Emma, tratando de detenerla.

-¿Que cojones quieres que haga sino?-solto nerviosa- ¡Tú eres la que sabe magia y estás ahí parada!

Sofía se estremeció ante el tono de Emma, pero intentó mantener la calma.

-No creo que puedas quemar a esa cosa.- Dijo, no queriendo darle falsas esperanzas. -No sabemos qué es exactamente y si es vulnerable al fuego.

Emma le lanza el mechero a Sofía.

-haz lo que quieras. Yo voy a buscar tu 'juguetito'.

Sofía atrapa el mechero y lo aprieta en su mano mientras ve a Emma marcharse a buscar el medallón. Su nerviosismo aumenta mientras está sola frente a la criatura, que aún se retuerce frente a ella.

Tomando una decisión rápida, Sofía se acerca un poco y enciende el mechero, apuntando hacia la masa oscura.

La criatura se sacude un momento, pero no parece reaccionar al fuego. Sofía frunce el ceño y aumenta la llama del mechero, esperando que eso cause alguna reacción.

Sin embargo, para sorpresa de Sofía, la criatura se estira más y más hacia ella, aún sin parecer afectarla por el fuego. Se está acercando cada vez más y la tensión de Sofía aumenta.

Sofía retrocede un paso, manteniendo el mechero encendido. Su mente se acelera, tratando de idear una solución para enfrentarse a la criatura. De repente, una idea aparece en su mente.

Recordando su breve conocimiento de magia, Sofía se concentra y junta la mano que no sujeta el mechero. Intenta recordar un hechizo que pudiera ayudar en esta situación y luego suelta una breve palabra, murmurando un pequeño conjuro.

El aire se llena de una ligera bruma y Sofía siente un pequeño flujo de magia que pasa a través de ella. El hechizo funciona y la bruma se dirige hacia la criatura, envolviéndola por completo.