Sofía despertó con un bostezo y se dio la vuelta en la cama, aún adormilada. Después de unos momentos, abrió los ojos y se incorporó lentamente en la cama. Después, se frotó ligeramente los ojos y alzó las manos para estirarse brevemente, soltando unos cuantos bostezos más.
Después de unos cuantos momentos de silencio y pereza, Sofía se incorporó nuevamente en la cama y volvió la vista hacia el teléfono. Después de unos segundos de contemplarlo, extendió la mano y tomó el dispositivo de la mesita de noche, aún con los ojos medio cerrados por el sueño.
Después de unos momentos en silencio, Sofía finalmente volvió la vista hacia el teléfono, aún en la mano y decidió encenderlo. Al encenderse, notó que había algunas notificaciones, las cuales decidió revisar mientras aún bostezaba.
Sofía siguió revisando las notificaciones del teléfono, aún bostezando ligeramente por el cansancio ,cuando notó que había un mensaje de Emma abrió el chat y revisó el mensaje.
Después de ver el mensaje de Emma en su teléfono, Sofía soltó un pequeño suspiro de cansancio y se pasó ligeramente la mano por el cabello, desordenándolo un poco. Aún bostezando por el sueño y con los ojos medio abiertos, respondió a su mensaje con un texto breve.
Al enviar el mensaje a Emma, Sofía dejó caer ligeramente la mano con el teléfono apoyado en el colchón.
Sofía se incorporó nuevamente en la cama, aún con pereza en el cuerpo debido al cansancio. Aún adormilada, se pasó ligeramente la mano por el cabello, desordenándolo aún más, y soltó un pequeño bostezo. Miró hacia abajo, observando su pijama de unicornio.
Sofía se encontraba conduciendo su coche hacia la casa abandonada, aún con una pequeña sonrisa expectante en los labios. Aún manejando el coche, se adentraba más y más en el camino que la llevaría donde su amada rubia, aún con la anticipación pensando en lo que iban a hacer.
Sofía mantuvo los ojos en el camino, aún conduciendo el coche, cuando notó el pequeño amuleto que había encontrado en la casa encantada, y que pertenecía a su familia hace tiempo. Aún al volante del coche, mantuvo una sonrisa suave y llevó ligeramente la mano a él, acariciando suavemente el pequeño accesorio con los dedos.
Sguió conduciendo el coche, con una sonrisa suave en los labios y todavía acariciando ligeramente el pequeño amuleto con los dedos. Aún manejando, ella sabía que el pequeño accesorio estaba maldito, y que podría traer consecuencias para ella, para su relación con Emma e igual fue la culpa por la que los amigos de Emma desaparecieran ese día.
Después de varios minutos conduciendo, Sofía finalmente llegó a la casa abandonada y detuvo el coche frente a ella. Aún con el pequeño amuleto en la mano, salió del coche y se encontró con Emma.
Sofía siguió caminando en dirección de Emma y se detuvo frente a ella, aún con la sonrisa suave en los labios y el pequeño amuleto maldito en la mano. A continuación, alzó un poco el brazo y lo extendió delante de ella, mostrándole el amuleto.
- ¿Es eso el amuleto que encontramos en el sótano? ¿Para que sirve?-Preguntó con curiosidad la rubia.
-Sí lo es. Aunque no estoy segura para qué sirve. Lo que sí sé es que estaba en el sótano de la casa encantada, junto a las pertenencias de mi familia.
Emma asintió y notó como que Sofía le estaba ocultándo una parte de la historia.
Ella sintió cómo los ojos de Emma la observaban de cerca, notando cómo la rubia se dio cuenta de que le estaba ocultando algo. Aún con la sonrisa suave en los labios, mantuvo el brazo extendido y mantuvo la vista en el pequeño amuleto, mientras pensaba en cómo responder.
Después de unos momentos de silencio, Sofía finalmente respondió en tono cuidadoso y ligeramente incómodo.
-Bueno...es que...hay algo que no te he dicho sobre el amuleto.
Sofía todavía mantenía el brazo extendido y la vista en el pequeño amuleto, sintiéndose ligeramente incómoda y nerviosa al darse cuenta de que tenía que revelar la verdad acerca del maldito accesorio. Aún con la pequeña sonrisa en los labios, volvió ligeramente la vista hacia Emma y respondió con cuidado.
-El amuleto...está maldito.
-¡¿Pero tú estás loca o que te pasa por esa cabeza?!-grito Emma- ¡Acaso no sabes lo peligroso que puede ser! ¿¿Lo vas a llevar al otro mundo??
Sofía se sobresaltó ligeramente ante el grito de Emma y se sorprendió por lo intensa que había sido la reacción de su rubia. Aún con el brazo extendido y el pequeño amuleto en la mano, la miró con expresión ligeramente sorprendida y asustada.
-¡Ey, no pasa nada!- Respondió en tono defensivo y ligeramente nervioso. -No te enfades, solo es un pequeño amuleto...
-Y maldito,no te jode.-dijo emma- ¿Me vas a responder ya? ¿Te lo llevas al otro lado o no?
-Sé que es maldito y que es peligroso...pero quiero llevármelo...
-Voy contigo.-solto Emma.
La ojiazul la observó a los ojos. Con el pequeño amuleto en la mano, respondió en tono ligeramente dudoso.
-¿Segura? Es muy peligroso...
-No te voy a dejar ir sola tontita. ¿Cuando vamos?
Sofía soltó un pequeño suspiro de rendición (creo que me acabo de inventar una palabra). Aún con el pequeño amuleto maldito en la mano, respondió.
-Vamos ahora.
-¿¡Ahora!?
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917 palabras
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El Amuleto
RandomUn día Emma,una chica de 17 años ,entró a una casa abandonada y conoció a una pelinegra,ojiazul,con la que tendrá muchas aventuras...