Capitulo 13:

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El dragón que apareció de repente y rompió la pared era grande y de un color rojo muy oscuro, casi negro. Su piel estaba llena de cicatrices, con grandes garras y unos ojos con un brillo rojo intenso. Tenía un hocico puntiagudo y un pequeño cuerno atravesando su frente.

-¿Deberíamos correr, verdad?

Sofía y Emma estaban observando cómo el dragón rompía la pared y se colocaba frente a ellos, con los ojos llenos de rojo y rugiendo con una expresión peligrosa.

Blinky estaba también presente y pudo escuchar la pregunta de Emma y respondió con tono un poco preocupado y nervioso, con una voz ligeramente agrietada.

-¡¡Por supuesto que deberíamos correr!!!

Como Blinky era un pequeño duende, las dos mujeres, que eran de estatura humana y más altas, estaban caminando más deprisa que él, debido a sus cortas patas. Sofía y Emma avanzaron ligeramente más deprisa, pero al darse cuenta de que Blinky no avanzaba tan rápido como ellas, se detuvieron un momento y Emma cogió a blinky en sus brazos.

Con Blinky en brazos, las dos mujeres siguieron avanzando con el pequeño duende, mientras el dragón, al ver que ellas huían, intentó atraparlas, rugiendo en dirección a ellas, con los ojos llenos de intenso rojo.

-¡¿Sofia,hay algún hechizo contra esto?!- preguntó Emma.

Mientras corrían, oyó cómo Emma le preguntaba si conocía algún hechizo para combatirlo.

Sofía siguió corriendo un momento, antes de responder con tono pensativo.

-Eh, bueno, si no mal recuerdo... sí. ¡Sigue corriendo!

-¡Eso intento! ¿Te sabes el hechizo?

Con el sonido de los pasos del dragón cada vez más cerca, siguieron buscando una solución.

-Sí, me sé el hechizo, ¡pero no puedo ejecutarlo mientras corro!

-¡Joder!

De repente, Blinky habló desde los brazos de Emma, y dijo con un tono decidido.

-¡Yo sí puedo hacerlo!

Blinky saltó de los brazos de Emma y se transformó delante de ellas, pasando de ser un pequeño duende a un ser de aspecto humanoide, aún con orejas puntiagudas y pelo verde claro.

Con la nueva forma de Blinky, el pequeño duende se paró delante de ellas y habló con tono decidido y ligeramente serio.

-¡Ahora puedo hacerlo!

Blinky, ya convertido en su nueva forma de humano, alzó un brazo delante de él y cerró los ojos, antes de pronunciar una serie de palabras en un lenguaje desconocido.

Emma y Sofía se quedaron unos metros detrás observando.

Blinky mantuvo los ojos cerrados durante unos largos momentos mientras recitaba el hechizo, con su brazo levantado en dirección al dragón. El dragón siguió rugiendo y avanzando en su dirección, pero finalmente cayó al suelo sin apenas moverse, aparentemente derrotado por el hechizo de Blinky.

-¿Podrias haber hecho esto desde el principio y te habías quedado modo duende en mis brazos?

El pequeño duende, todavía en su forma humanaide, mantuvo los ojos todavía cerrados unos momentos más y mantuvo el brazo sostenido delante de él, antes de abrirlos un poco y voltear un poco la cabeza hacia un lado hacia Emma.

Con una pequeña sonrisa, respondió con un tono ligeramente travieso.

-Pff, claro que podría haberlo hecho desde el principio, pero era más divertido estar en tus brazos.

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