Hyunjin - Cuando no queden más estrellas que contar.

Capítulo 1

 — Deberíamos romper el contrato. — me dijo mi manager y la persona más cercana a mí en la industria.

— No podemos, tendríamos que pagar la indemnización y eso es mucho dinero. — le contesté mordiendo mis uñas.

— ¿En serio te preocupa el dinero ahora mismo? — me gritó golpeando la mesa, haciendo que me sobresalte.

— Puedo aguantar un poco de acoso, esto no es nada. Además, el dinero que gano es para pagar la operación de mi madre, no puedo rendirme a mitad de camino. — contesté levantando las manos en señal de paz. Una pequeña sonrisa incómoda asomó por mis labios al ver que Sera fruncía cada vez más el entrecejo.

— Puedo pagar la indemnización de mi propio bolsillo si hace falta, pero no puedo soportar la humillación que te hacen pasar cada día en esta maldita agencia. — dijo suspirando con fuerza.

— En serio estoy bien, Sera. Además, me pagan bastante bien para lo que hago. — dije intentando convencerla.

— ¿Bastante bien? ¿Tú te has visto? — me preguntó, incrédula. — ¡Eres un ángel, Aisling! Tu belleza por sí sola debería costar el doble de lo que te pagan. ¡Y no hablemos de tu baile y la música que compones!

— No es para tanto. Aoife es más guapa y le pagan lo mismo que yo. — contesté bebiendo de mi batido de vainilla.

Sera negó con la cabeza y se levantó para luego alejarse. Siempre hacía eso cuando no había forma de convencerme. Nos encontrábamos en una cafetería cercana a la agencia donde trabajaba como cantante y bailarina y las personas allí nos conocían de sobra como para fingir no haber oído nada.

Suspiro y dejo mi batido a medio terminar sobre la mesa. Miro mi móvil encima de la mesa y me debato mentalmente entre si abrir mis redes o no. Termino eligiendo lo segundo y recojo mi bolso para seguir a mi manager. No iba a desanimarme apenas el día había empezado.

La encuentro justo en la entrada, cerca de nuestra furgoneta. Pero no estaba sola. Aoife, Yuri y Sunhee estaban hablando con ella.

— Por fin llegas. — dijo Yuri con sorna, dirigiéndose a mí.

— Perdonar la esperanza, pensé que íbamos en furgonetas distintas. — dije con una pequeña sonrisa, incómoda.

— La nuestra se ha averiado. — se apresuró Aoife a contestar con amabilidad. — Si no te importa, ¿podrías llevarnos? Así no tardamos en terminar nuestra agenda.

— ... Está bien, no me importa. — dije tras unos segundos, apretando los puños, pero sin borrar mi sonrisa.

— ¡Ling! — me gritó Sera con reproche.

— Está bien, vamos al mismo sitio de todas formas. — le dije tomando su brazo. — ¿Sí, unnie?

Sera suspiró viendo cómo las otras tres miembros de Neon Stars se subían con las cabezas en alto a la furgo, dejando sus bolsos deliberadamente en los asientos vacíos para que no me sentara con ellas.

Bueno, eso no era nada comparado con lo que suelen hacer.

— Vamos, Ling, sube o llegaremos tarde. — dijo Sera desde el asiento del conductor.

— Sí, ya voy. — dije todavía sonriendo mientras me subía en el asiento del copiloto.

En menos de media hora, llegamos al sitio donde íbamos a grabar el videoclip de nuestra nueva canción, Lost in the Melody. Las chicas se apresuraron a cambiarse mientras yo me dedicaba a tranquilizar mi respiración.

Todo estaba bien. Ellas sabían que este proyecto era importante para el CEO, así que no lo arruinarían. No hoy.

— Ling, date prisa o empezaremos sin ti. — me dijo Sunhee con una risa disimulada.