Hyunjin estaba agotado. Había pasado toda la mañana en la práctica junto a los demás miembros, pero había decidido practicar un poco más después de que estos se fuesen a descansar. Sentía que algo faltaba en la coreografía, pero no lograba adivinar cuál es.
Suspiró tirándose al piso, respirando agitado. El sudor empapaba todo su cuerpo, por lo que necesitaba ducharse antes de bajar a comer algo. Con un poco de esfuerzo, se levantó y caminó por los pasillos con su ya habitual aire pensativo.
— Hyunjin. — lo saludó Nayeon, una de las cantantes principales de Twice al encontrarse en el pasillo.
— Ah, hola. — saludó él con un ligero asentimiento con la cabeza sin pararse. Nayeon suspiró y negó con la cabeza, divertida. Hyunjin a veces parecía ausente cuando se concentraba demasiado, casi parecía vivir en una dimensión diferente a la suya.
Cuando llegó al comedor, vio el momento justo en el que Seungmin le robaba comida a Han. Félix parecía absorto en lo que Lee Know le contaba y los demás parecían hablar animadamente entre risas.
— Hyunjin, al fin llegas. — dice Bang Chan saludando con la mano. Hyunjin asintió y tomó asiento a su lado. — ¿Cómo va? ¿Pudiste completar la coreografía? — preguntó dejando una bandeja de comida enfrente de él.
— Todavía no. — responde picando la comida con aburrimiento. — Lo volveré a intentar por la tarde.
— No te fuerces, podrías acabar lastimado antes del festival de verano. — repuso el mayor palmeando su hombro. Después, intercambió algunas palabras con los miembros que intentaron darle ideas, sin éxito.
— ¡Chicos! — gritó Changbin entrando al comedor, agitado. — ¡Ya tenemos a la debutante solitaria! — repuso acercándose a ellos.
— ¿Ya? Pensé que tomaría más tiempo. ¿Quién es? — preguntó Jeong-in con los brazos cruzados.
— Aesling Moon, de GT. — dijo emocionado.
— Parece que hemos subestimado a nuestro CEO. — repuso Lee Know tendiéndole la mano a Seungmin. Este depositó un billete en ellas.
— ¿Habéis apostado? — preguntó incrédulo, Hyunjin.
— Si es ella, entonces pienso que lo hará bien. — dijo Jeong-in, asintiendo con la cabeza.
— ¿Sabéis qué es lo más impactante? Está aquí ahora mismo. Y es más hermosa en persona que en la televisión. — agregó Changbin con una sonrisa.
— Changbin, tú idiota, ¡Haberlo dicho antes! — gritó Seungmin corriendo hacia la oficina del director, seguido por Félix, Changbin y Han.
— ¿Por qué tanto alboroto por una simple debutante? — preguntó confuso, Hyunjin.
— Lo entenderías si hubieses visto su baile y canto. — respondió Jeong-in pensativo.
— Quizás ella pueda ayudarte con la pieza que falta para la coreografía. — repuso Bang Chan sonriendo misteriosamente.
— No lo creo. — Hyunjin suspiró y se levantó después de terminar su último bocado. — Vamos a practicar una vez más esta tarde, creo que podemos hacerlo bien esta vez.
— Está bien, pero Hyunjin, está bien aceptar ayuda de vez en cuando. — agregó su líder mirándolo con una amable sonrisa. Hyunjin lo miró unos cortos segundos antes de asentir con la cabeza.
— Iré a ducharme, creo que apesto. — bromeó antes de salir con las manos en los bolsillos. Caminó hasta las duchas y se deshizo de su ropa. Después de unos minutos que le parecieron eternos, salió con el pelo mojado y una toalla alrededor de su cintura. Incluso la ducha no había ayudado a aclarar sus pensamientos sobre el baile final, y eso comenzaba a estresarlo.
Se cambió por su ropa de prácticas habitual y caminó hacia las salas de prácticas. De repente, algo llamó su atención. La sala de prácticas siete casi nunca era utilizada por su mal mantenimiento, pero en ese instante la canción de more&more de Twice sonó a pesar de su insonorización.
Preocupado por si las chicas practicaban allí, abrió la puerta para avisarles de que esa sala no se podía utilizar, pero lo que vio lo dejó paralizado. Una chica que no conocía pero que le sonaba vagamente familiar estaba bailando al ritmo de la música.
Pero no sabía si la palabra bailar podía definir lo que estaba haciendo en ese momento. La chica no era muy alta, pero definitivamente no era baja. Un metro sesenta y cinco si sus cálculos no fallaban. Tenía el pelo negro y algunas mechas tintadas de verde, y eso por alguna razón le hizo pensar que le quedaba bien.
Recuperó el control sobre sí mismo cuando vio por el rabillo del ojo que las barras de baile que se usaban generalmente para el entrenamiento de Twice y que estaban apoyadas sobre la pared, se deslizaban lentamente hacia la chica que bailaba ajena a la situación.
— ¡Cuidado! — gritó agarrándola de la mano y echándola hacia atrás, haciendo que ambos se diesen de bruces contra el suelo, justo en el momento en el que las barras caían en el sitio donde bailaba ella un segundo antes.
— ¿Qué...? — preguntó la chica todavía jadeando por el baile. La música había parado y todo lo que se escuchaba era el silencio.
— ¿Estás loca? ¡Claramente ponía fuera de servicio en la entrada! ¿Qué narices se te ha pasado por la mente cuando entraste aquí? — Hyunjin gritó, pero no porque estuviese enfadado, sino por la mera preocupación de que una bailarina tan talentosa terminase lesionada de por vida.
Claramente podía suponer quién era, recordaba verla en la televisión ayer con los otros miembros, pero verla de cerca era otra historia. No llevaba maquillaje, pero era tan blanca como la nieve. Sus ojos miel demostraban una ingenuidad casi irreal, y aunque no quisiese admitirlo, era tan hermosa como Changbin había mencionado.
— Lo siento, me han dicho que podía usar cualquier habitación y pensé que esta al estar fuera de servicio, no la usarían los otros grupos. — respondió con nerviosismo. Cuando miró detrás de ella, se sorprendió al ver a su salvador. — Hyunjin sunbae.
Hyunjin suspiró y se levantó tendiéndole la mano que la chica tomó tras un instante de duda.
— Vamos, te enseñaré la sala de prácticas que se te ha asignado. — repuso él levantando las barras con facilidad y depositándolas en una esquina, para no volver a poner en peligro a nadie. La joven lo siguió tras recoger su bolso de entreno con rapidez.
Ambos caminaron en silencio hasta que finalmente llegaron a otro pasillo que estaba en la esquina.
— Aisling Moon, ¿verdad? — preguntó él parándose enfrente de una puerta similar a la anterior. — Recuerda esto. Esta es la sala de entreno de Twice, la de enfrente es la de sus bailarines. Luego, esta es la nuestra, aunque solemos usar la contigua también cuando hay coreografías conjuntas. — le explicó señalando las distintas puertas. — Esta será la tuya. Si hay algún cambio, los managers suelen avisarse entre ellos.
— Ah, muchas gracias, sunbae. — agradeció ella, haciendo una reverencia, todavía sorprendida por el hecho de que conociese su nombre.
Pero Hyunjin no se iba. Algo le impedía hacerlo, aunque no sabía qué era.
— El baile de antes... — intentó explicarse. — ¿Es la misma coreografía que la de Twice? — preguntó. "Parecía diferente", quiso añadir.
— Sí, es la misma. — aseguró ella. — Puede que no se notara porque la intensidad no era la misma.
— Puede ser. — repuso él. — Bueno, suerte en tu debut. — añadió dándose la vuelta para luego alejarse.
Aisling se permitió respirar al verlo doblar la esquina.
El mismo Hyunjin el cual admiraba desde hace casi seis años le acaba de desear suerte en su début en solitario.
¡Debía estar soñando!
ESTÁS LEYENDO
Hyunjin - Cuando no queden más estrellas que contar.
Fiksi PenggemarAesling Moon ama bailar. Cualquier persona que la viese bailar podría apreciar el esfuerzo y la pasión que le pone a sus coreografías. Muchos incluso la compararon con Hyunjin, uno de los mejores bailarines de la cuarta generación. Cualquier person...