Harry Potter⚡One Shots

Desafiando los prejuicios (Draco Malfoy)

Hogwarts siempre estaba ocupado, los pasillos siempre estaban llenos de gente empujándose unos a otros, ya fuera juguetonamente o de manera malintencionada. Pero había tres excepciones a eso.

La primera era cuando había un partido de quidditch. Si había un partido de quidditch, casi toda la escuela estaba en el campo, observando ansiosamente cómo dos casas se enfrentaban en una de las pocas formas en que se les permitía hacerlo.

La segunda era el momento después del toque de queda, cuando se suponía que todos debían estar en sus salas comunes. Por supuesto, no todos iban a sus salas comunes. Siempre había algunas personas que intentaban quedarse después del toque de queda y que posteriormente eran atrapadas por los prefectos. Pero realmente era más fácil para prefectos como yo, y para las personas que andaban por ahí en general, si realmente eran buenos en no ser atrapados. Un ejemplo claro eran los gemelos Weasley, que se sabía que andaban por ahí cada noche, pero solo habían sido atrapados dos veces.

La tercera excepción, la que más odiaba, era cuando había una pelea. Una pelea que, por alguna razón, la escuela parecía creer que necesitaba presenciar, y un prefecto tendría que abrirse paso entre el grupo de estudiantes para separar la pelea.

Por eso, en este momento, me sentía lleno de temor; los pasillos estaban vacíos, pero no había ningún partido de quidditch y era a plena tarde; faltaban seis horas para el toque de queda. Pero, razoné, no podía separar una pelea que no sabía que estaba ocurriendo.

Continuando con mi caminata por el pasillo, me detuve cuando escuché que alguien llamaba mi nombre. Mirando por encima del hombro, vi a Luna corriendo hacia mí. Me giré completamente y me detuve para esperar a que me alcanzara.

—Hola —dije sonriendo a la bruja rubia que rebotaba ligeramente inquieta sobre sus talones—. Luna, ¿qué pasa?

—Hay una pelea —cerré los ojos momentáneamente, maldiciendo por dentro. Por la barba de Merlín, ¿por qué siempre tenía razón cuando se trataba de predecir si había una pelea o no? Realmente, en circunstancias como esta, preferiría estar equivocado.

—¿Por qué?

—Uno de los de primer año está atrapado en un árbol.

—¿Y eso causó una pelea? —pregunté escéptica.

Pero Luna asintió con la cabeza.

—Es porque alguien lo hizo levitar hasta el árbol.

Suspirando internamente, pregunté, aunque realmente no era necesario.

—Fue Malfoy, ¿no? —Luna asintió—. Entonces eso significa que el chico maravilla Potter es el que está peleando con Malfoy, ¿verdad? —Ella volvió a asentir—. ¿Dónde están todos los demás prefectos?

—Están intentando que todos se vayan, pero nadie parece recordar que hay un niño de primer año colgado de una rama en el árbol.

—Honestamente —murmuré para mí mismo antes de enderezarme—. ¿Puedes mostrarme dónde está?

Luna echó a correr y la seguí mientras salíamos del edificio de la escuela y nos dirigíamos hacia el lago. Era bastante obvio que había una pelea, la enorme multitud reunida alrededor de los chicos era evidencia de eso. Vi cómo los prefectos empujaban y tiraban de la multitud para intentar separarlos, y al ver una abertura, logré llegar al centro del grupo. Los dos chicos se miraban con furia, con las varitas levantadas, aunque ninguno de los dos las estaba usando.

—Bájalo —escupió Potter, levantando su varita más alto mientras lograba abrirme paso entre la multitud; ninguno de los dos chicos había notado mi presencia aún.