Un pequeño niño de gafas redondas de no más de 6 años se encontraba mirando con nostalgia por la puerta trasera de su casa la fiesta de su primo.
Hoy era el cumpleaños de su primo Dudley, por lo que significaba que el niño de los Dursley sería llenado de regalos y lo dejarían comer pastel hasta más no poder.
El niño de las gafas, flacucho, con la ropa más grande que pudieron encontrar (heredada de su primo extremadamente gordo) recordaba las veces que él había cumplido años, para después compararlas con la fiesta de su primo.
Su tía Petunia Dursley, le dio un ruidoso beso en la mejilla a su único hijo.
—¡Basta mamá! —se quejó Dudley— es vergonzoso.
El pequeño de las gafas no pudo evitar fruncir el ceño, él hubiera dado todo porque su madre lo besara así.
—Tienes razón, mi pequeño se está haciendo grande —Petunia, madre de Dudley dirigió a su hijo una mirada llena de cariño.
—Podrías hacer que Harry vaya a su habitación —el niño dirigió una mirada al de gafas— arruina mi cumpleaños.
—Pero, querido... —respondió Petunia, quien fue interrumpida por su esposo.
—No se diga más, yo me encargaré —gruñó la morsa de Vernon.
—Yo iré —se adelantó Petunia a su esposo.
Harry vio que su tía Petunia se acercaba a él con pasó decidido, su tía tenía una cabellera rubia al igual que la de Dudley, pero la diferencia es que Dudley pareciera que estaba a punto de explotar y su tía era la persona más delgada que Harry había conocido.
—Ve a tu habitación —pidió Petunia.
—¿La fiesta se acabó? —preguntó Harry mirando a su tía.
—Para ti sí.
—¿Puedo coger un trozo de pastel?, Por favor —suspiró el niño sabiendo la respuesta.
—No —su tía se dirigió a la salida, para luego darse la vuelta hacia Harry— hay cereales, puedes coger un poco.
Petunia dirigió a la salida siendo observada bajo la mirada triste de su sobrino, esta suspiró resignada y fue al encuentro de su pequeño hijo.
—Ya está, mi amor—dijo Petunia a su hijo.
—Qué bien que se fue, estaba siendo observado por mis amigos mamá.
—Sólo imagina lo que dirían los vecinos, Petunia —miró Vernon nervioso a las demás personas.
—Sí, los vecinos —dijo Petunia cansada.
Harry tomó una caja de cereales y se fue al pequeño espacio que los Dursley le habían dado debajo de las escaleras, no era muy grande y rechina mucho cuando alguien intentaba usar las escaleras, pero era el pequeño espacio que sus tíos le habían asignado. El niño cogía con sus manitas el cereal para después llevarlo a su boca, tenía mucho antojo de un pastel de chocolate como el de su primo, pero esto es lo que le tocaba una triste caja de cereal.
El niño se aburrió pronto de comer cereal y se dispuso a jugar con un caballo de juguete de madera blanco. Se imaginaba que él era el jinete y montaba de un lado a otro el caballo, feliz y sin preocupación, pero la imaginación no estaba permitida en casa de sus tíos.
Harry les contaba a sus tíos sus raros sueños: una motocicleta volando por los cielos, un rayo verde que iba en dirección a su cara y un enorme hombre cargándolo en brazos, sin embargo, sus tíos lo ignoraban y le decían que no dijese tonterías.
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Harry Potter⚡One Shots
FanficUna recopilación de historias cortas, y otras no tan cortas, sobre el mundo mágico de Harry Potter y sus personajes. ♥Potterhead♥