The Riddles (Draco//Harry)

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La abarrotada sala común de los estudiantes que regresaban estaba un poco tensa, por así decirlo. Durante el banquete de bienvenida, la conversación no fluía, si es que hubo alguna, y ahora todos estaban sentados juntos en solemne silencio en el nuevo salón común, esperando que algo sucediera. Honestamente, no estaban muy seguros de qué exactamente, pero todos estaban seguros de que algo sucedería eventualmente.

Estaban sentados como si se hubieran reunido para algún tipo de reunión, sin embargo, nadie se atrevía a hablar. Quizás por miedo a decir algo mal y que la paz se rompiera.

Esto, por supuesto, había irritado enormemente a Harry. Bufó con frustración y tomó la decisión de ponerse de pie. Al hacerlo, no estaba muy seguro si era para pelear o para huir, pero las numerosas miradas que se posaron sobre él hicieron que Harry se quedara en su lugar.

—Bien, eso es suficiente. La guerra no fue divertida, ni buena, francamente fue una maldita pesadilla —miró hacia el pequeño grupo de Slytherins, quienes rápidamente desviaron la mirada— hablo por todos cuando digo que todos lamentamos algo que hicimos. Fue difícil y a veces nos vemos obligados a tomar decisiones que no tienen una respuesta correcta. Así que, intentemos, al menos por ahora, durante un año hasta que todos sigamos adelante con nuestras vidas, simplemente llevarnos bien, o al menos comprometernos a un poco de charla ligera. Dejemos los temas profundos para después. Empecemos de nuevo, ¿de acuerdo? Mi nombre es Harry, mi color favorito es el verde, y aunque me encanta su sabor, las ranas de chocolate realmente me dan escalofríos.

Pasó un momento de silencio antes de que todos esbozaran una sonrisa, y con asentimientos y encogimientos de hombros, todos estuvieron de acuerdo unánimemente con el frustrado chico. Ron y Blaise Zabini fueron enviados a las cocinas a buscar bocadillos para la ocasión y pronto la sala se llenó de charlas.

Pansy estaba hablando con Neville sobre los nuevos invernaderos de Herbología. Hermione conversaba inteligentemente con Draco sobre la teoría de pociones. Seamus y Dean estaban besándose en algún lugar, sin que nadie lo supiera. En general, todos se sintieron un poco aliviados de poder bajar la guardia, aunque solo fuera un poco.

De alguna manera, todos terminaron mezclándose y relacionándose, y cuando los dos chicos regresaron, con alcohol en mano, ellos también estaban riendo y bromeando como viejos amigos. Whisky de fuego, cerveza de mantequilla y varias otras bebidas alcohólicas, algunas de ellas muggles, fueron repartidas.

En algún momento, Luna también apareció de la nada con un pastel decorado de manera llamativa; que fue felizmente devorado a pesar de que todos acababan de terminar el banquete.

Harry sonrió para sí mismo y se sentó en un cómodo sofá junto al fuego, observando en silencio a un cierto chico rubio al otro lado de la habitación, disimulando sus miradas con sorbos de la bebida que tenía en mano, la cual tenía un leve aroma a frambuesa, pero sabía cómo una mezcla entre whisky de fuego y cerveza de mantequilla.

Draco estaba apoyado contra una de las estanterías, charlando con un Hufflepuff, tal vez; Harry no lo reconocía, mientras tomaba tragos de una botella. Su cabello estaba ligeramente desarreglado y sonreía ante algo que había dicho el otro chico. Su postura era relajada, pero aún muy compuesta y controlada.

Harry tenía que admitir que definitivamente prefería a este Draco en lugar del Sr. Pulcro y Correcto. Parecía tan relajado y despreocupado. Extrañamente, nada que ver con el chico cruel e irritante que Harry había conocido antes. ¿Siempre había sido así?

Harry sonrió, tal vez este sería el año en que su ridículo enamoramiento por el chico se volvería menos problemático.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una voz familiar y etérea lo sacó de su ensimismamiento.

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