Absurda navidad

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-Absurdos muggles...¡Sólo mira la emoción con la que compran un árbol navideño! Son realmente anómalos.

-Vamos Severus, tu también alguna vez fuiste un niño, y estoy seguro de que también alguna vez sentiste esa emoción navi...

-No, nunca fui tan subnormal como para usar gorros blancos y rojos y de creer que algún día un viejo panzón entraría por mi chimenea.

-Severus, créeme que para esos niños es más probable que un gordo panzón entre por una chimenea, que una persona con túnica y con una varita en su mano viaje por chimeneas con un polvito.

-¡Los niños le escriben cartas a "Santa"! "Querido Santa, por favor, he sido un niño bueno éste año, no me des carbón o lloraré mucho. Quiero una Barbie de ésas que abren las alitas...Gracias Santa, que pases un lindo invierno en el Polo Norte. Espero verte llegar por mi chimenea algún día de éstos..." Es ridículo, realmente. ¡Encima qué necesidad tan extraña la de tener que armar un árbol con bolitas de colores y lucecitas!

-¿Qué haces el 25 de Diciembre de cada año Severus? -Preguntó Dumbledore intrigado.

-Me dedico a contar hormigas, estoy seguro de que es mucho más de interesante que esperar que un hombre barrigón entre por mi chimenea con un Hot Weels en su mano. O que cantar cánticos navideños como por ejemplo "Te deseo una feliz navidad y un buen año nuevo" o "navidad, navidad, navidad, llegó la navidad"... ¡Es realmente frustrante! Seguramente el que inventó todo esto no debe estar bien de la cabeza. Si me obligarían a regalarle a alguien un regalo de navidad, le daría un libro de autoayuda.

-Severus, vamos, permítete a ti mismo disfrutar alguna vez en cuando. ¿Un pedazo de budín de calabaza? -Severus negó.

En realidad había mentido al decir que nunca había sido tan necio como para creer en la Navidad. Una sola vez lo había hecho, y gracias a ella.

Lily Evans le había enseñado realmente el significado de la Navidad. Nunca antes se había sentido tan bien en compañía de alguien. Pero como siempre, tuvo que aparecer James Potter.

Fue la Navidad del año 1976 cuando James Potter lo arruinó completamente todo. Fue la primera vez que Lily lo invitó a Severus a su casa en las vacaciones de invierno a pasarla Navidad con ella, y fue el día más feliz de su vida. Sentía que nada podía arruinarle esas vacaciones; pero él tuvo que aparecer. Cuando lo vio llegar por la chimenea, sintió que el mundo junto con su felicidad se le caía a pedazos. Después de ese momento, Lily Evans no se separó de él, y lo único que Severus podía hacer era irse sin despedir.

Por eso siempre creyó que la Navidad era absurda, que el amor, aunque el mismo fuese una víctima de él, era ridículo y convertía a las personas en gente necia, en gente estúpida. El amor le empalagaba, y especialmente en las navidades, por eso las odiaba tanto; la navidad le repugnaba. 

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Créditos a quien corresponda.

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