DÍA DIECISIETE
Samantha lloraba desconsolada cuando la madre de Louis detuvo el coche frente al aeropuerto.
—Adiós, Luna. Te echaré de menos —dijo Samantha entre sollozos.
—¿«Adiós, Luna»? —Louis sonrió desde el asiento delantero—. ¿Y a mí qué?
—Tú no eres Luna —respondió Samantha mientras se limpiaba los ojos. Louis reprimió una risa.
Louis salió del coche y abrió la puerta trasera donde estaba Harry.
—Creo que debes darle unos minutos a Samantha para que pueda llorar su pérdida —comentó Louis.
Harry se rio suavemente.
—Se los daré. Siempre podemos volver si tú… —Harry dejó la frase inconclusa—. Me había olvidado de que solo serán treinta días. De todas formas, creo que podría cuidar mejor a un gatito que a un pony, así que tal vez podrías regalarle uno para su próximo cumpleaños.
—Podemos volver, Harry —dijo Louis mientras lo besaba en la frente y abría el maletero. Comenzó a descargar el equipaje, pero Nathan apareció y se ofreció a hacerlo él mismo. Nathan observó a la madre de Louis abrazar a Harry para despedirse, y luego sonrió al ver cómo las dos trataban de rescatar a Luna de las manos de Samantha.
—Me gustaría disculparme contigo —le dijo Nathan a Louis—. Bueno, más bien hacerlo antes que nada.
—¿Por qué? —preguntó Louis, alzando una ceja, esperando algún comentario sarcástico.
—No sabía que estabas haciendo todas esas cosas por mí en secreto, así que lamento haber pensado lo peor —admitió Nathan tras una pausa—. Sinceramente, creía que tu compromiso con Harry era solo una burda estratagema urdida por Niall, y también lo siento por eso. Pero, si la forma en que me habló significa algo, es que ustedes dos están hechos el uno para el otro. Estoy deseando asistir a la boda, si me invitas.
—Claro que te invitaré —respondió Louis, dudando por un momento si debía contarle la verdad. Pero en los últimos días, su compromiso con Harry no había parecido en absoluto fingido ni forzado. Para ser sincero, Louis no estaba seguro de querer que terminara.
—Es mejor que te vayas ahora que sigue estable —bromeó el padre de Louis, señalando a Samantha—. Ya nos costó demasiado que aceptara dejar ir a ya sabes quién.
Louis abrazó a su hermano y le prometió hacer más visitas en los meses siguientes. Luego se acercó a su madre, le dio un beso en la mejilla y le hizo la misma promesa.
Tomó a Harry de la mano y, a diferencia de la última vez que estuvieron en el aeropuerto, no discutieron ni se alejaron el uno del otro. Dos horas más tarde, cuando el avión despegaba, Louis se acercó a Harry y le quitó el auricular del oído izquierdo.
—¿Sí? —Harry lo miró y sonrió—. ¿Vas a sugerir otra modificación al contrato?
—No —respondió Louis, acercando el rostro de Harry al suyo para besarlo en los labios. No lo soltó hasta que se quedó completamente sin aliento.
—Para —dijo Harry, separándose un poco y meneando la cabeza—. Para ya.
—¿Pasa algo? —preguntó Louis.
—Sí —respondió Harry, con un aire de confusión—. No me beses así.
—¿Así, cómo? —preguntó Louis.
—Como si esto fuera real —dijo Harry.
Louis lo acercó nuevamente y lo besó otra vez para luego responder con firmeza:
—Lo es
.⋆˖
Ya basta dios, me gusta ese hombre 🐈⬛
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Novios por treinta días
FanfictionNunca debió haber aceptado ese acuerdo... Las reglas eran simples: nada de besos ni sexo, solo fingir amor ante la prensa durante treinta días. #1 en LT 25/08/24 - 28/08/24