DÍA TREINTA
A la mañana siguiente, Harry tomó el ascensor hasta la última planta de Tomlinson Industries, esperando que Louis propusiera que se acostaran en su oficina para compensar el tiempo perdido. Colocó su tarjeta de acceso sobre el teclado de seguridad, abrió la puerta y lo vio sentado ante su escritorio. Louis tenía un bolígrafo en la mano y estaba revisando un montón de documentos.
—Hola, Louis —dijo Harry, sonriendo—. Ya estoy aquí.
—Ya lo veo, señor Styles.
—¿"Señor Styles"? —preguntó Harry, extrañado.
—Así es como te llamas, ¿no? —Louis levantó la mirada y lo observó, con una expresión inexpresiva—. ¿Te importaría firmar la ejecución del contrato para confirmar que hemos cumplido con el plazo de treinta días y para que podamos comenzar con el proceso de pago por tus servicios?
Harry tomó el bolígrafo de la mano de Louis, confundido, y firmó.
—Supongo que entonces he cumplido con mi parte del trato. —Harry sonrió—. Gracias por acceder a esta escandalosa compensación financiera y por contratarme cuando prácticamente no tenía ninguna o nula experiencia.
—De nada, señor Styles —respondió Louis con tono frío—. Puedes dejar el anillo sobre mi escritorio. No puedes quedártelo.
—¿Por qué estás siendo tan…? —Harry negó con la cabeza, se quitó el anillo del dedo y lo dejó sobre el escritorio—. Me aseguraré de que todas mis cosas estén recogidas antes de que acabe el día.
—Puedo hacer que lo hagan por ti, si crees que vas a tardar más de una hora —dijo Louis, sin levantar la vista de los documentos.
—No lo haré. —Harry sintió una mezcla de dolor y molestia ante el repentino cambio en la actitud de Louis—. Todavía puedo informarte sobre las novedades del día, si lo deseas.
—No lo deseo.
Sin molestarse en responder más, Harry salió de la oficina. No estaba seguro de qué esperaba de Louis al final de todo aquello. Se había enamorado de él como un tonto, pensando que Louis hablaba en serio cuando le dijo que se había enamorado de él hacía tiempo, que lo suyo era real...
Harry llegó a su despacho y tomó una caja grande para recoger sus pertenencias. Mientras abría los cajones, se dio cuenta de que Louis le había robado de nuevo los sobres de azúcar moreno. Luego, sus ojos se posaron en dos pequeñas cajas de regalo que Louis le había dado en sus "aniversarios". Aún estaban envueltas y sin abrir, así que decidió que era hora de descubrir lo que Louis le había regalado.
Harry abrió la caja roja, la primera, que pertenecía a su primer aniversario. Dentro, encontró una carta escrita a mano y doblada.
Querido Harry:
En primer lugar, feliz aniversario. En segundo lugar, llevo un tiempo sentado frente a esta carta, y si he llegado a conocerte como creo, probablemente no la abrirás hasta que hayan pasado unos meses. (Para entonces, realmente espero que tus sentimientos hacia mí hayan cambiado).
De cualquier manera, quiero agradecerte por ser el mejor asistente ejecutivo que he tenido. Sé lo exigente que puedo ser, soy consciente de que a veces puedo ser controlador y me disculpo por el estrés adicional que el trato con Waldman te ha causado. Dicho esto, si soy completamente sincero, preferiría que no fueras mi asistente, que te tomaras un tiempo libre para estar conmigo de una manera distinta. Eres el hombre más atractivo e inteligente que he conocido, y después de haber pasado tanto tiempo contigo, creo que estaríamos mejor como pareja que en nuestra situación actual, con esta dinámica de poder.
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Novios por treinta días
FanfictionNunca debió haber aceptado ese acuerdo... Las reglas eran simples: nada de besos ni sexo, solo fingir amor ante la prensa durante treinta días. #1 en LT 25/08/24 - 28/08/24