2. Peligros en la noche

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POV Mysaria

Quedaban todavía unas horas para el amanecer. La fortaleza estaba en silencio. Sólo los caza ratas y los amasadores en las cocinas pululaban concentrados por ahí. Ella ya estaba lista desde hacía rato ya que apenas había podido dormir, el riesgo de la situación le había quitado el sueño. Rhaenyra le había dicho que no se preocupase de nada y que durmiese, pero Mysaria se sentía ya involucrada en esa situación, y había optado por preparar ella misma una bolsa de viaje para Rhaenyra, aunque no se lo hubiese pedido.

"De verdad esta dichosa Targaryen pretende alzar el vuelo en plena guerra, como si ella y Syrax no llamasen la atención, y recorrer un trecho entre Rocadragón y Desembarco del Rey, es decir, la zona más vigilada de los Siete Reinos ahora mismo, ¿sólo para encontrarse con una mujer a la que prácticamente acaba de echar de su castillo?"

Los Targaryen, movidos por el fuego, altamente movidos por las pasiones. O lo que fuera que fuese aquello que unía a Rhaenyra con Alicent.

Rhaenyra todavía no le había contado con claridad qué estaba sucediendo, ni que Alicent había estado en Rocadragón, aunque había dejado entrever que la reina de los verdes había hecho un acercamiento de algún modo. Pero Mysaria ataba cabos con una habilidad pasmosa.

Llegó Elinda, que había vuelto de Desembarco del Rey hacía unos días.

-Estoy lista, Lady Mysaria. Cogeré la primera embarcación a Desembarco de Rey con la misión que ordenéis.

-Elinda, no tengo mucho que decirte. Las únicas instrucciones que tengo para ti son que le hagas saber a la reina Alicent que tú serás nuestra vía de comunicación - Mysaria bajó un poco la cabeza -, con extrema discreción.

-¿La reina viuda, mi señora? - Preguntó la joven con sorpresa.

-La reina viuda. Cualquier cosa que necesite, háznoslo llegar a mí o a la reina Rhaenyra. Nadie más puede estar al tanto. ¿Entendido?

Elinda asintió

-¿Algo más Lady Mysaria?

-Una cosa más. Cualquier movimiento extraño que percibas en ese lado del Aguasnegras por parte de la reina viuda, cualquier intención malintencionada hacia la reina Rhaenyra, cualquier sospecha, házmelo saber cuanto antes.

La chica hizo un gesto de respeto con la cabeza y se giró para retirarse, no sin antes pararse a observar a su jefa y la inusual inquietud que la asolaba.

-Perdona, Lady Mysaria, la veo intranquila.

Mysaria suspiró.

-¿Cómo no estarlo? Estamos dando pasos que con el mínimo fallo se podrían volver violentamente en nuestra contra y ... - dejó la frase a medias y bajo ningún concepto la terminaría.

Elinda se quedó mirándola con la confianza que ya tenían para animarla a que la terminara, pues, muy probablemente, sabía qué nombre contendría esa frase. Pero Mysaria no siguió, y simplemente continuó preparando la bolsa de viaje de la reina como si nada.

Elinda respetó ese silencio y definitivamente se retiró.

Fue poco después cuando Rhaenyra apareció enérgicamente y ya vestida en la sala. Mysaria dio un ligero respingo ante tanto ímpetu a esas horas. Vestía un traje oscuro bastante sencillo y una cómoda trenza que le facilitaría el viaje. Olía a dragón, lo que indicaba que ya había estado preparando a Syrax.

-No hacía falta que te levantases, Mysaria - dijo la rubia poniéndose el guante izquierdo.

-Todo está listo mi reina, y ya he enviado a Elinda a Desembarco con algunas instrucciones.

El camino de la liberaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora