Capitulo 8.

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— La venganza de las estrellas

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— La venganza de las estrellas.

Rayla seguía a aquella hada, habían entrado en el espejo y ahora caminaban por un largo pasillo. Se detuvieron cuando llegaron a una gran sala, donde estaba Aaravos, sujetando con fuerza a una niña.

— ¿Porque? Era una niña inocente! — gritaba el elfo.

— Les enseño magia a los humanos, no es inocente — un elfo de estrellas apareció ante él.

— Los humanos tenían magia en él pasado... ella no tenía la culpa — se aferró con fuerza a la pequeña.

— Aún así, desafió nuestras reglas... somos seres inmortales que gobernamos en base a estas y ella las  desobedeció cuando se atrevió a mostrarle la magia a ese niño — otro elfo apareció, sujetando entre sus manos la Cuchilla Nova, cubierta por la sangre de su hija.

— ¡¿Y su castigo fue asesinarla?! — gritó entre sollozos— ¡tan solo tenía diez años! — su mundo se había ido.

— Aaravos tienen razón, asesinaron a una niña sin piedad — una tercera elfo apareció, esta tenía lágrimas en sus ojos, acompañando el dolor de Aaravos.

— ¿Y dejar que siguiera enseñando magia? — cuestionó un elfo.

— Aaravos, perder a tu hija es doloroso para muchos y el castigo que se dio fue injusto...— lamentaba no haber sido convocada para interponerse.

— Nada me la devolverá...— acarició la mejilla de su pequeña.

— Esa niña traería sufrimiento... su destino fue escrito por las estrellas, sería la destruction de todos! — aseguró otro elfo.

— Mi hija amaba este mundo, amaba hasta la mínima cosa de él... ¿Cómo podría destruirlo? — miró a los elfos con frialdad.

— Vete de aquí, a partir de hoy quedas exiliado del reino...— seguro el rey estelar.

El elfo se levantó con el cuerpo de su hija en brazos.

El lugar cambió y ahora estaban en un mar, donde él cielo estrellado se reflejaba por completo y daba una vista hermosa. Pero en el centro de este, lograban ver a Aaravos, aún con su pequeña en brazos y sin poder calmar su llanto.

— Su castigo fue injusto... pero prometo que su último deseo será escuchado y cumplido — la elfo de antes había aparecido, abrazando a Aaravos por la espalda.

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