Dia 1. Escena de celos

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Los Hermanos Targaryen – Hightower habían decidido seguir los pasos de su padre como abogados, todos ellos, aunque cada uno de ellos se dedicó a distintas especialidades. Aegon era un prominente abogado de marcas y patentes; Helaena había decido ser abogada ambientalista, Aemond era un prometedor abogado corporativo especializado en fusiones y adquisiciones y gobierno corporativo, mientras que Daeron decidió que se especializaría en negocios internacionales.

Hasta ahí, todo era bastante bueno, todos ellos eran el gran orgullo de sus padres, habían crecido en un ambiente amoroso y de mucho lujo desde que eran pequeños por lo que de vez en cuando tenían actitudes algo prepotentes que su padre Viserys intentaba controlar, por lo que decidió que en su firma comenzarían a aceptar pasantes y becarios que buscaran iniciar su propio camino en el mundo de la abogacía.

No muy convencidos de eso, aceptaron a regañadientes con la condición de que ellos serian quienes escogerían a los mejores candidatos, obviamente de las mejores universidades.

Las solicitudes de los candidatos no tardaron en llegar y Aemond siendo el más quisquilloso de todos sus hermanos fue el que más tardó en seleccionar a quienes serían sus pasantes, al final se decidió por dos chicos, un tal Samwell Tarly que estudiaba en la misma universidad a la que él asistió y otro chico llamado Jace Rivers, él venía de una universidad mucho más exclusiva y que tenía uno de los índices más altos de rechazo, ni su nombre ni su apellido se le hicieron familiares así que supuso era un don nadie que era algún tipo de prodigio, así que asumió que sería un buen elemento.

El día que comenzaron las prácticas en la recepción del despacho se encontraban varios jovencitos que rondaban los 20 años, el primero en llegar fue Daeron quien saludó a todos, no les prestó mucha atención a sus facciones, solo les mencionó brevemente que a pesar de que cada uno de ellos estaría bajo la supervisión de alguno de sus hermanos, todos ellos compartirían el mismo espacio de cubículos, por lo que era importante que entre ellos se llevaran bien.

Después de esa muy breve explicación, los llevó a los que serían sus lugares y les explicó con quien trabajaría cada uno de ellos, cuando fue el turno de los pasantes de Aemond, Daeron los vio con una especie de lástima, les deseo suerte y les sugirió que no hicieran enojar a su hermano, ambos chicos se miraron entre ellos y asintieron sin decir más, después los llevó a la oficina de su hermano.

La oficina de Aemond era una de las más grandes y lujosas de todo el edificio, tenía su propia sala de juntas y un bar privado ya que las negociaciones más extenuantes y los negocios más importantes los cerraba principalmente él, eso y el hecho de que era el favorito de su madre. Cuando finalmente se presentaron, el Alpha miró a ambos chicos, Samwell se presentó primero, un chico regordete con cabello castaño lacio y que sudaba en exceso, tal vez por los nervios, pero no causó un gran impacto en él, supuso que no tenía mucha presencia, pero tal vez su cerebro fuera suficiente.

En cuanto al otro chico, pudo distinguir que era Omega usaba supresores de seguro, pero aun así su aroma era distinguible, muy tenue, pero definitivamente era un aroma muy sofisticado, de cabello castaño rizado con unos ligeros reflejos que parecían platinados y unos hermosos ojos de venado de color como el jade, tenía una pequeña sonrisa amable en sus labios que notó eran rosados y esponjosos, sus pómulos eran una verdadera belleza, todo el chico parecía que había sido esculpido por algún artesano de renombre. Salió de su pensamiento y solo les dijo que no quería que cometieran errores estúpidos, pues podría ser su error, pero era el nombre de Aemond el que quedaría en ridículo.

Sin más, ambos chicos comenzaron a realizar las tareas que éste les encomendaba, los dos eran bastante buenos, Samwell parecía tener un poco más de gusto por la redacción de documentos e investigación, algo que era tedioso para Aemond así que era bueno tenerlo en su servicio, mientras que Jace parecía tener la pericia de un gran negociante y en verdad era un prodigio, podía notar cualquier error en la negociación o incluso resaltar futuros conflictos o cosas que podrían acarrear problemas, el chico era bastante bueno y Aemond lo llevaba a todas sus reuniones fuera de la oficina o este era invitado a la sala de juntas de Aemond durante las negociaciones.

Jacemond Fest 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora