Día 15. Cortejo

157 10 4
                                    

Entrada #226

¡Aló, Hawái mis queridos lectores!

¿Tudo bem? Jaja disculpen mi intento de portugués.

El día de hoy les escribo desde la terraza de mi casa, los bebés y yo salimos a tomar un poco el sol y mientras ellos están dormidos y recién alimentados, me pongo a escribir esta nueva entrada.

Quiero decirles que estoy impresionado con la cantidad de mensajes que recibí pidiéndome que les contara más sobre mi historia con Aemond, creo que quedaron bastante intrigados en cómo fue que pasamos de ser como el agua y el aceite, a tener ahora dos bebés.

Así que, el día de hoy les voy a contar como es que Aemond logró conquistar a este intento de Blogger.

Muy bien, a esta parte la llamaremos:

Segundo Acto. La paciencia es una virtud poco estudiada en la que Aemond Hightower es experto. Un recatado pingüino.

Lo sé, debo mejorar con mis títulos, pero fue lo que se me ocurrió.

Voy a comenzar contando algo bastante importante para este capítulo.

Tal vez ustedes no sepan, pero mis animales favoritos son los pingüinos, me parecen adorables, la torpeza con la que caminan contrasta tanto con la belleza, elegancia y agilidad con la que se mueven en el agua, nos muestran que en ocasiones uno puede ser bastante torpe para algunas cosas, pero tenemos otras habilidades, me gusta creer que toda la gente es como los pingüinos en ese sentido.

Los pingüinos son animales monógamos, esto significa que una vez que eligen a su pareja, son fieles a esta hasta su muerte; son aves que tienen algunas curiosidades al momento de cortejarse y elegir pareja para aparearse; el pingüino macho en su ritual de cortejo le entrega una piedra a la hembra y si ella la acepta, entonces se puede decir que acepta su cortejo y se convierten en pareja, para siempre.

Entonces, ustedes se preguntarán ¿a qué viene esta lección de biología?

La respuesta es sencilla, Aemond Hightower es un pingüino en todo sentido.

Y yo soy un pingüino omega que aceptó su piedra de cortejo y aquí estamos, muchos años después, enamorados y con dos hijos, así que, este es el comienzo de nuestra historia de amor.

Como les escribía en la entrada anterior; después de haber pasado el momento más bochornoso de mi vida en la habitación de Aemond cuando recién me presenté como Omega, lo siguiente que sucedió fue que él comenzó a ser más cercano a mí, como les dije, después de esa situación, habíamos roto casi cualquier límite de vergüenza.

Fue una semana completa la que no asistí a la escuela por mi celo, al ser un omega dominante mi primer celo fue más largo, debo confesar que la pasé bien, me dieron supresores, mis padres habían pedido días libres en sus trabajos para no dejarme solo y mis hermanitos eran mis mayordomos personales y en general, entre todos me mimaban.

Después de eso, Oscar fue el primero en ir a visitarme, quería preguntarme como había estado, pero lo que más ansiaba saber era el momento exacto en que me presenté frente a Aemond, no supe como fue que se enteró así que intenté negar todo, aunque no sirvió de mucho pues él me conocía bastante bien.

El resto de los Muchachos también fueron a visitarme a los pocos días, todos estaban algo preocupados ya que no había avisado a nadie de mi ausencia y lo que más les llamó la atención fue saber que cada que nombraban asistencia en clases, era Aemond quien respondía que yo estaba enfermo.

Me sorprendió entonces que Aemond se presentara en mi casa, de hecho, fue una doble sorpresa el que supiera donde vivía o que se hubiera acercado a cualquiera de los muchachos a preguntarles donde era que vivía y luego que llegó a mi casa llevando una deliciosa tarta de limón con merengue sabor malvavisco.

Jacemond Fest 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora